La elección de Trump

Publicado el 21 enero 2017 por José Luis Ferreira

Trump acaba de tomar posesión como presidente de los EEUU. No sé cuáles de los puntos de su programa podrá llevar finalmente a cabo. Muchas de ellas dependerá mucho de cómo estén las cosas en el Partido Republicano y de cómo se respeten los acuerdos internacionales, pero hay dos cosas que ya han pasado:
  1. Ha mostrado poco aprecio por la ciencia, por decirlo suave, mostrando que no le da importancia al cambio climático y la defensa del medio ambiente y que sigue flirteando con los antivacunas. Lo ha mostrado en los anuncios de algunos de los cargos para puestos altos de su administración. (Véase aquí.)
  2. Ha conseguido que algunas empresas automovilísticas cancelen algunos de sus planes de producción en el extranjero y se queden en EEUU (aquí) y ha amenazado con poner trabas a la importación de automóviles extranjeros (aquí).


Son dos cosas que, aunque vayan en contra de hacer "America great again", no será fácil que eso sea detectado por la población, sobre todo por la proclive a Trump. La razón es que el deterioro del clima es lento y también lo es el deterioro de la economía debido a las barreras comerciales en industrias concretas. El deterioro de la salud podrá ser más visible si se hacen más laxas las leyes sobre vacunación.
Cuando Trump toma una medida que consigue que la Ford no se lleve una planta de Kentucky a México todo el mundo ve claramente quiénes son los beneficiados: todos los trabajadores de esa fábrica en Kentucky, sus familias y su entorno. Es muy fácil encontrar las ganancias. Más difícil es encontrar y contabilizar las pérdidas. Los usamericanos tendrán coches algo más caros. El coste se divide entre millones de consumidores y no será fácil convencer a quien no quiera mirar todos los números que esas pérdidas son mayores que las ganancias, y que las mejores políticas para ayudar a los trabajadores no pasan por proteger artificialmente puestos de trabajo obsoletos, sino por proteger a los trabajadores dándoles acceso a una mejor preparación para manejarse en una economía de mayor valor añadido, que es donde están.
El problema es que en EEUU. estas políticas de ayuda nunca han estado muy bien vistas. La agilidad de la economía usamericana se debe, en parte, a que las empresas se abren y cierran sin mayor consideración. Esto ha permitido que grandes cantidades de trabajadores pasen de un trabajo a otro (se cierran empresas en Michigan, pero se abren en California), pero también ha impedido que muchos trabajadores accedan a una mejor preparación, de manera que sus sueldos no han mejorado. Mejorar la educación y la preparación es trabajoso. La tentación proteccionista, esa que tras la revolución industrial se tardó más de un siglo en vencer para gran beneficio del progreso humano, siempre estará ahí. Lo proteccionistas no se acuerdan de lo contagioso y pernicioso que es la limitación del comercio. Igual que les pasa a los antivacunas con las enfermedades que se evitan con un pinchazo.
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Hace cinco años en el blog: La economía de la discriminación (10).
Y también: La economía de la discriminación (11).
Hace tres años en el blog: Los mitos de la razón. El Demonio de Laplace.
Y también: El vídeo de la charla Economía y Pseudociencia.
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