Se trata del segundo libro de la escritora francesa Muriel Barbery, apareció en las librerías francesas en 2006 convirtiéndose en un éxito.
El libro nos cuenta como dos personas totalmente distintas en un principio, si llegaran a conocerse, podrían convertirse en almas gemelas. Por un lado tenemos a Renée portera de un edificio en Paris y por otro lado a la hija pequeña de la familia Joffe que también vive en el edificio, una niña de doce años con una inteligencia extraordinaria. Ambas son dos personas, solitarias e incomprendidas que desean quedarse apartadas de la vida cotidiana, escondidas en sus mundos. Tanto una como la otra con sus relatos nos conducen hacia situaciones de humor e irónicas y a una defensa de la cultura y de la sencillez de la belleza. Cada una de ellas a su modo desea que los otros no vean como son ellas realmente e intentan ocultar la realidad con bastante éxito, se camuflan ante los demás, no desean mostrarse como realmente son sino como los demás desean que sean, pero es entonces cuando llega el tercer protagonista, quién con su actitud provocará que sus mundos se tambaleen.
Durante el libro la escritora nos alterna momentos de reflexión filosófica con otros más humorísticos e irónicos que nos atraparán definitivamente entre sus páginas.
Me ha gustado mucho el uso que hace del lenguaje, utilizando mucho las comparaciones y con descripciones tan “reales” que te lo puedes imaginar perfectamente y al mismo tiempo te lo embellece gracias a las palabras utilizadas.A medida que van pasando las páginas vemos las similitudes entre las dos protagonistas, nos van introduciendo en sus vidas, con sus idas y venidas, con sus locuras y sus certezas, con sus verdades y sus ironías; todo puede ocurrir en ese mundo onírico y a la vez tan real que las dos han creado para nosotros que nos asomamos a sus vidas. Para mi el libro es una oda a la amistad y a esforzarse por vivir el momento y disfrutar de la vida.
Una historia extraordinaria que recomiendo a todo el que desee ver la vida desde fuera de la pecera.
Dos frases que me han gustado del libro, ambas reflexiones de la jovencita Joffe:“la gente cree ansiar y perseguir estrellas, pero termina como peces de colores en una pecera”“lo importante no es morir, ni a la edad que se muere, sino lo que uno está haciendo en el momento de su muerte”
Para finalizar lanzo una pregunta-duda a quién me pueda ayudar, resulta que hasta la página 271 no descubrimos el nombre de pila de la niña, qué es Paloma, y nos lo facilita la otra protagonista: Renée, ¿por qué ese misterio? Si alguien puede sacarme de la duda os lo agradezco de antemano, y otra cuestión ¿por qué creéis que la escritora ha elegido el mismo nombre para las dos hermanas? Eso si que me ha chocado bastante, puede existir algo aún más irónico. Colombe, la mayor y Paloma, la pequeña. Espero vuestras ideas al respecto. Gracias.