La elegancia del erizo, de Muriel Barbery

Publicado el 04 mayo 2017 por Laura Coll Rigo
No soy muy de darle segundas oportunidades a los libros, pero esta ha sido una excepción. Traté de leer este libro hace un par de años, y aunque no tenía muchas expectativas, pensaba que sería como mínimo un libro entretenido, después de ser tan mencionado por todas partes.

Lo abandoné en el tercer capítulo.

Me exasperó lo filosófico que estaba resultando, la falta de diálogos, lo arrogante (a lo Sherlock Holmes) de la protagonista, y tras haberlo hojeado y viendo que toda la novela tenía el mismo estilo, lo dejé. Y no pensaba retomar su lectura, hasta que me topé con esta reseña de Patt, a quien le había encantado el libro. En lugar de prometerle un vano "Ya lo leeré", le confesé que le había dado una oportunidad y no me había gustado, y esa fue mi sentencia.

Al final me convenció de que le diera una segunda oportunidad. A su favor diré que he terminado el libroAutor: Muriel Barbery
Editorial: Seix Barral
ISBN: 9789507316104
Número de páginas: 367

Género: Narrativa

Sinopsis:

En el número 7 de la calle Grenelle, un inmueble burgués de París, nada es lo que parece. Dos de sus habitantes esconden un secreto. Renée, la portera, lleva mucho tiempo fingiendo ser una mujer común. Paloma tiene doce años y oculta una inteligencia extraordinaria. Ambas llevan una vida solitaria, mientras se esfuerzan por sobrevivir y vencer la desesperanza. La llegada de un hombre misterioso al edificio propiciará el encuentro de estas dos almas gemelas. Juntas, Renée y Paloma descubrirán la belleza de las pequeñas cosas. Invocarán la magia de los placeres efímeros e inventarán un mundo mejor. La elegancia del erizo es un pequeño tesoro que nos revela cómo alcanzar la felicidad gracias a la amistad, el amor y el arte. Mientras pasamos las páginas con una sonrisa, las voces de Renée y Paloma tejen, con un lenguaje melodioso, un cautivador himno a la vida.
Por qué este título..."La señora Michel tiene la elegancia del erizo: por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalitos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes"
Opinión:Impresión: Filosófico.

Este no es un libro normal y corriente, al estilo introducción, nudo y desenlace, es más bien introducción y desenlace. Vamos, que se salta el nudo completamente. La mayor parte de este libro son reflexiones filosóficas que se sujetan con pinzas a la trama. Es como si la autora hubiera escrito un puñado de artículos filosóficos y luego hubiera querido articularlos juntos de alguna manera. A mí, no me ha convencido.

Y no, no es porque no me guste la filosofía, al contrario, me encanta encontrarme reflexiones en los libros que te hagan pensar sobre el mundo que te rodea, pero al igual que no se puede escribir un libro de humor basado en sketches, no puedes hacer una novela solo con reflexiones (Aunque por todos lados hay excepciones). Una novela sin núcleo, es una novela a la que le falta algo.

Como ya he dicho, me gusta la filosofía. A destacar, me gustaron mucho libros que tenían de base reflexiones filosóficas como Lo que encontré bajo el sofá y El primer viaje de Sócrates. A ver, tampoco quiero dar a entender que son un referente en filosofía, pero están muy bien, porque combinan en su justa medida trama y filosofía.
En La elegancia del erizo nos encontramos con que la autora nos quiere dar a conocer unas determinadas ideas filosóficas y una determinada forma de ver el mundo. Que no os digo que no, todas las reflexiones son muy acertadas, y las que he conseguido desentrañar era muy interesantes. Pero es un libro denso, que no se lee de un tirón, y con el que has de pararte a releerlos párrafos.Los tratados de filosofía tienen el mismo problema que los discursos legales: intentan ser lo más indescifrables posibles. Una de las mayores dificultades a las que me he enfrentado al leer esta novela es la complejidad del lenguaje, de la estructura de las oraciones y de la forma de la narración. ¿De qué sirve una reflexión brillante oscurecida tras una maraña de palabras y que no se entiende? Vale, que las protagonistas sean muy inteligentes, pero las reflexiones son demasiado complejas y te pierdes.

Ya para terminar con este tema: me niego a creer que todas las personas que hablan maravillas de este libro hayan logrado comprenderlo del todo. Y siendo la filosofía la parte más importante del libro, leerlo sin entender eso sería un desperdicio. No es que el libro no se pueda entender, pero cuesta, a mí no me vale con captar la idea básica, quiero entenderlo todo. Y sin duda, este libro no es para el lector corriente, tanto por su complejidad como por su vocabulario. Mi madre sería incapaz de entenderlo, y dudo que mis compañeras de universidad pudieran. Aunque es cuestión de darle una oportunidad.

Pasemos a otro tema: los personajes. Renée es una mujer de clase media muy inteligente (aunque trata de hacerse pasar por una mujer estúpida), amante de la cultura japonesa y de la literatura rusa, portera del mismo edificio en el que vive Paloma, una niña de familia rica que tiene doce años y una inteligencia fuera de lo común, gran lectora y amante de la cultura japonesa y que vive completamente incomprendida por su entorno. Aunque al principio me resultaban un poco irritantes las protagonistas por ir tan de listillas, la autora les da tanto profundidad que he llegado a entenderlas bien. Ambas parecen fuertes y seguras, tan fuertes como el mástil de un barco, pero a medida que avanza la historia te das cuenta que en realidad son el mástil de un barco naufragado, pues están llenas de inseguridades.

Me ha parecido curioso que ambas protagonistas tardan mucho en conocerse. Viven en el mismo edificio y se conocen de vista, pero no se conocen realmente y tarda mucho a producirse ese encuentro, a pesar de que no son del todo indiferentes la una a la otra.
¡Oh! ¡Y el ambiente claustrofóbico! La mayor parte de la novela transcurre en el edificio, por lo que el lector siente la misma falta de libertad que tienen los personajes, los cuáles se ven incapaces de escapar del mundo y de la sociedad que los rodea. También son curiosas las continuas referencias a obras clásicas, música y películas, además de la presencia de haikus. No soy muy aficionada a la poesía, pero he leído haikus bonitos y estos no me han dicho nada.Sobre el desenlace: sin duda el final es la mejor parte. Las últimas 100 páginas, en las que por fin empieza a pasar algo, han sido más llevaderas, y las últimas 50 ya ni os cuento. La novela se cierra con un final sorprendente, inesperado. Para mi sorpresa, el asunto de Paloma se cierra muy bien y el misterio de por qué Renée quiere hacerse pasar por una portera analfabeta, pese a mis dudas, se ha resuelto de una forma excelente.En conclusión, una novela que se basa en las reflexiones filosóficas, con una narración compleja y que usa un vocabulario difícil, en la que a penas hay nudo y en la que falta tensión narrativa. Pero todo ello se compensa con unos personajes con gran profundidad y un final completamente inesperado. Sin duda, no es un libro para cualquiera.Así, como punto de contraste, me gustaría dejaros este reseña positiva acerca de la novela en el blog Deja volar tu imaginación y por otra parte esta reseña, más negativa de Lo que leo lo cuento.Avance en Goodreads:PUNTUACIÓN...2'5/5!Primeras Líneas...
Antes de terminar esta reseña, me gustaría hacer un inciso. A mí la novela no me ha gustado, pero me siento incapaz de no recomendarla, porque puede que os guste. Sí, porque pese a todas mis críticas, ¡hay gente a la que le ha gustado! Es más, ¡a Patt le ha encantado! Lo de "para gustos colores", nunca podría ser más cierto.
Que un libro nos haya encantado no quiere decir nada. No hay libros universales, libros que gusten a todo el mundo. Cuando recomendamos nuestro libro favorito, lo hacemos con la confianza de que ese libro le va a gustar a la otra persona, pero no tiene por qué ser así. A mis libros favoritos les construiría un altar, nada más terminarlos, me propongo conseguir que todo el mundo lo lea y pienso que es imposible que a alguien no les guste.
Pero todos los libros, por muy buenos que sean, tienen sus peros. Pensad en vuestros favoritos, ¿no sois capaces de imaginar a algún tipo de lector a quién no le gustaría? Pueden ser libros buenísimos, que me han encantado, pero si no te gusta la ciencia ficción, no leas El juego de Ender, si no te gusta la fantasía, no leas Elantris y El nombre del viento, si no te gustan los narradores que te hablan de tú a tú, no leas La ladrona de libros, La princesa prometida o Una serie de catastróficas desdichas. Si te gustan las tramas trepidantes, no leas Te daría el mundo. Si no te gusta la novela romántica, no leas Prohibido. Si no te gusta la ficción histórica, no leas La caída de los gigantes ni 22/11/63. Y podría seguir, podría seguir así con todos mis favoritos, y estoy segura de que vosotros también. Y es que aunque cueste admitirlo, hay libros que no están hechos para nosotros.