Para cada uno es diferente, puede que sea una comedia, un drama, una película de terror, da igual. Solo estáis la historia y tú. Es quizá por eso que amamos el cine. Porque tenemos la esperanza que cuando nos sentemos en esa butaca, a oscuras, sintamos esa sensación, que nada importa salvo esa historia que te están contando.
Hay en contadas ocasiones que he sentido esa sensación, pero cuando eso pasa, solo se puede definir en una palabra, magia. La magia del cine. Hoy ha sido una de esas veces. Salir del cine y sentir un nudo en el estómago, una emoción indescriptible que te captura. Cuando consigues reír, llorar, tener miedo y, sobre todo, emoción, todo a la vez.
La emoción en el cine es el motivo por el que acudimos cada semana, para desaparecer en la sala oscura y meternos en la película en un mar de palomitas. ¿Y vosotros habéis tenido esa sensación?