Revista Psicología

La emoción es energía pura (Entrevista a Mercé Roura)

Por Jesús Portilla Jiménez @podiotriunfador
La emoción es energía pura (Entrevista a Mercé Roura)Hoy me complace compartir con vosotros la entrevista que me ha concedido generosamente Mercé Roura, una mujer que se define como gran apasionada de la comunicación y todo lo relacionado con ese ámbito, que con su sabiduría tiene mucho que aportar a El podio de los triunfadores.
Es formadora y conferenciante en temas de crecimiento personal y comunicación, así como todo lo relacionado con oratoria, lenguaje corporal, auto-conocimiento e inteligencia emocional. Autora de dos libros sobre desarrollo personal «Cosas que debí decirte hace cien años» y «Amo la imprudencia de mis palabras»; también es autora del blog «La rebelión de las palabras», con miles de seguidores; y a su vez dispone de un canal en YouTube con vídeos y consejos sobre comunicación, marca personal e inteligencia emocional.
Ha trabajado durante más de 17 años como periodista en televisión y radio. En prensa escrita, ha colaborado con El Periódico, El Punt Avui y algunas publicaciones especializadas. En radio, ha trabajado en Onda Cero y Com Ràdio (actualmente, La Xarxa). Actualmente trabaja como moderadora de un debate diario en Televisió de Badalona y colabora con algunas empresas en temas de marca.
Sin más preámbulos, pasamos a la entrevista.


►Esta es Mercé Roura profesionalmente pero dinos, ¿quién es Mercé Roura como persona?

Dificil de responder. Soy una persona en proceso de descubrir quiés es y en reconversión. He sido siempre muy rebelde y ansiosa, me he peleado mucho con la vida y no he conseguido nada con ello y ahora estoy intentando reconciliarme con ella... Estoy aprendiendo a aceptar y a tener paciencia, a amar y a amarme... A sentir en lugar de hacer todo el rato...
►Dices: “el mundo no se cambia juzgándolo sino cambiando tú” y también comentas que desde pequeña querías cambiar el mundo desde tu cuaderno de garabatos. ¿Se puede cambiar el mundo con las palabras? ¿Piensas que las palabras curan y son el antídoto contra la incomprensión y la soledad moviendo conciencias y soltando amarras?

Las palabras son contenedores de emociones y la emoción es energía pura. Vivimos en un mundo de vibraciones  y las palabras nos resuenan dentro, nos hacen zarandearnos. Siempre digo que el que piensa que las palabras se las lleva el viento es porque no habla con el "gordito" de clase y no le pregunta si lleva esa etiqueta incrustada y colgada todavía a fuego... Las palabras nos abren la mente o nos la cierran en la medida que nos tocan por dentro. Podemos cambiar con ellas o no, depende de si nos dejamos y nos soltamos. Las palabras que usamos van moldeando nuestra vida. Si le hablas bonito a las personas, las haces sentir bien... Si te hablas bonito a ti, te demuestras cuánto te quieres y cómo te consideras. Nos hablamos mal y describimos el mundo con palabras terribles y en consecuencia nuestro mundo es terrible porque es como lo percibimos y dibujamos cada día. Yo he cambiado mi vida gracias a las palabras.
►Dices que tu alma es un poco guerrera y no calla nunca, ¿por qué?

Bueno, peleona. Mi vida ha sido una búsqueda de justicia constante. Me he sentido humillada, maltratada y resentida con todo y he querido dar golpes contra el muro en lugar de saltarlo o usarlo para dibujar... Los muros están ahí porque tienen algo que enseñarnos, si los pateamos nos distraemos y no vemos la lección que entrañan para nosotros. Hay que hacer pero con amor, usar la rabia y el dolor para crear belleza, como energía pura con la que construir algo hermoso y útil. Las personas sabias usan su dolor para crear y lo sueltan. Yo necesitaba soltar la ira acumulada de ver injusticia y la solté en forma de palabras... Las cosas son como son y hay que aceptar, a partir de ahí, podemos hacer cuánto queramos para cambiar la forma de verlas y hacer toda la magia que queramos para cambiarlas... Las cosas sólo cambian si nosotros cambiamos. La única forma de salir de la jaula es aceptar primero que estás en la jaula. Luego, valorar qué lección trae para ti esa jaula y comenzar a desdibujarla hasta que desaparezca...
para dibujar...
►¿Te gustan más las personas o los diccionarios?

Jajaja... Las personas. Son lo único. ¿Hay algo más? Lo que pasa es que adoro las palabras y me gusta decirlas en voz alta, releerlas, escrutarlas y ver de dónde vienen, cómo han evolucionado... Son fascinantes y están vivas.
►¿Qué miedos tenías y cómo fuiste capaz de ponerles nombre, mirarles a la cara y desafiarlos?

Muchos. El mayor de ellos a no llegar, no demostrar que valgo, no ser aceptada y comprendida. Esa era mi batalla. Quise tanto ser normal que me olvidé de quién era. Para conocernos hay muchas herramientas que nos ayudan, muchas. En este proceso me fue muy útil el Eneagrama. No lo explica todo pero te ayuda a comprender mucho el para qué. Nos movemos por heridas y todo lo que hacemos para cicatrizarlas nos define. Somos niños perdidos intentando tapar el juguete roto y hasta que no asumes que está roto y que arreglarlo depende de ti no puedes crecer.
►«La aventura más apasionante de mi vida es la de ser madre, mi gran escuela de aprendizaje. Lo más complicado y hermoso que me ha pasado nunca. Lo que, sin duda, me ha hecho mejor persona». Fantásticas palabras. ¿Imagino que para ti lo primero es la familia?

No hay nada tan duro y maravilloso como eso. Y con ello no quiero decir que no se pueda estar completo sin ser madre o padre. Cada uno elige su camino. Mi vida cambió cuando supe que dentro de mí estaba ella... Y da sentido a muchas cosas en mi vida, es un motor, un estímulo... Reconozco que hay cosas que no haría si no fuera madre. Además es un baño de humildad y una oportunidad maravillosa para recomponer tu infancia y comprender el adulto que eres ahora.
►¿Qué otras prioridades hay en tu vida?

La vida es una prioridad. Siempre digo que está bien tener sueños pero no podemos dejar que nos esclavicen. Nos obsesionamos mucho con cómo deben ser las cosas y tenemos una expectativas muy concretas de todo y luego la vida es como esas olas que parecen controladas en el mar pero que te dan un revolcón sin saber cómo. Hay momentos en la vida en que uno debe sentarse a notar que vive y dar gracias por esa plenitud, por la vida.
►Dices que has caído mil veces. ¿Cómo te has levantado y cómo descubriste que en la vida hay que asumir el riesgo de sentir y de perder para poder ganar y ser uno mismo?

Para ganar hay que asumir perder siempre. Es más, creo que no ganas si no asumes que ya no te importa perder. La vida es riesgo. Es decidir continuamente qué clase de persona quieres ser. Yo creo que siempre compensa confiar en ti y en tus posibilidades. No puedes quedarte mirando y vivir de puntillas por temor a caer porque al final caes igual sin haberlo decidido. Todos tenemos cosas por aprender. Si no lo decides tú, la vida lo hace por ti y te lleva al mismo escenario...
►¿Cómo guías a las personas para que sean ellas mismas y muestren su capacidad, desarrollen su potencial y se sientan felices con lo que hacen?

¿Guiar? uf... No sé nada. Creo que lo único que puedo hacer es contarles que se puede. Que dentro de ellos hay una fuerza que les empujará cuando duden y que son más grandes de lo que imaginan. Hay tanto miedo a ser uno mismo que eso nos recorta las alas y nos hace creer que somos gusanos cuando en realidad somos mariposas.
►¿Qué es la felicidad para ti?

Hemos confundido la felicidad con alegría, con euforia, con un subidón de adrenalina y cuando no nos sentimos así pensamos que no somos felices. Yo creo que la felicidad es paz interior. Es estar bien contigo mismo, en equilibrio. Saber que estás de tu parte y que pase lo que pase lo afrontarás con entereza y ánimo de aprender. Es amarse a uno mismo y sentirse bien con tu vida. Eso no significa no desear cambiarla ni resignarse, significa que mientras no cambia no enloquecemos ni nos desesperamos. La felicidad es aceptar y a la vez soñar. Es ser sin apegarse y sentir cada minuto.
►¿Te consideras una persona feliz?

Estoy aprendiendo a ser yo. A ver toda la belleza del camino sin desesperarme por la meta, a vivir la carrera sin aferrarme al resultado y darse cuenta de que mereces lo mejor, de que somos grandes y no somos conscientes de nuestra grandeza... Me considero una persona afortunada por ser consciente de la belleza que me rodea, por amar, por sentir, por estar aquí ahora. Ser feliz es dar gracias por todo lo que hay en tu vida y yo las doy cada día.
►¿Cómo es para ti esa magia que cada uno tiene en su interior?

Enorme, gigante, descomunal. Hay tanto por sentir y hacer que a veces nos abruma. Nos da tanto miedo brillar como no hacerlo nunca... Renegamos de nuestra magia porque nos asusta, porque asumirla es encontrar nuestra diferencia y asumirla. No brillamos si no somos capaces de abrazar nuestra sombra y lo que nos hace sentir vulnerables... La magia es amar lo que te asusta y aceptarlo, trascenderlo y soltar el dolor que te supone admitirlo... Si no descubres qué te da miedo no consigues hacer magia. Lo que no nos gusta de nosotros es la llave para amarnos de forma incondicional y cambiar nuestra vida.
►¿Por qué dices que salva más vidas la sonrisa de la recepcionista que el propio cirujano y que imparte más justicia el mendigo que la jueza?

No dije eso. Dije que a veces pasa. El matiz es importante. Se puede servir a los demás de muchas formas, no hace falta estar en primera fila ni hacer mucho ruido. Una persona que está en la recepción de un lugar puede hacerte sentir cómodo al llegar a una entrevista de trabajo, su energía se contagia y nos transmite calma, confianza, serenidad... He visto personas que piden en la calle que tienen en los ojos mucho dolor pero mucha sabiduría, no podemos menospreciar a nadie porque de todos aprendemos. Cada día se cruzan en nuestra vida muchos maestros. Algunos están en un pedestal y otros el una recepción mirándonos con una sonrisa. Lo que cuenta es la actitud. No hay misión pequeña en la vida, todas son importantes.
►«El mundo necesita tantos números dos como números uno porque nadie es mejor que nadie». Todos importan en el puzle de la vida pero, ¿qué crees que es más importante, el triunfo profesional o el personal?

No pueden separarse. No creo que seamos distintos dependiendo de dónde nos movemos. Somos uno y si parecemos otros cuando cambiamos de escenario es que fingimos. Si no te sientes bien contigo, no triunfas, al menos desde mi punto de vista. No concibo ser admirado o valorado y estar vacío, no puede durar porque es una farsa...
►«Si no honras y cuidas tu luz esta siempre se apaga». ¿Qué le dirías tú a la gente para que confíe en su talento y lo aproveche?

Que se conozca primero. No nos conocemos. Creemos que somos ese personaje que construimos para escondernos y soportar el dolor. Cuando empiezas un proceso de autoconocimiento tienes que desaprender mil cosas que sentías como dogmas inquebrantables y que son limitaciones y prejuicios. Cuando borras eso de tu vida, de tu forma de vivir, a veces sientes que no sabes quién eres porque confundías tu máscara con tu esencia. Si no te conoces y aceptas, no puedes aprovechar tu talento y ser feliz poniéndolo al servicio de los demás.
►¿Crees que se debe huir de lo que nos asusta?

No, todo lo contrario. A no ser que sea un tigre (no sé si se debe huir cuando te acecha un tigre), pero lo que nos asusta está ahí para decirnos algo de nosotros mismos. Si huimos o fingimos no verlo, vuelve. De hecho, vuelve siempre. La primera vez es un susurro y al final un grito desgarrador.  Los miedos son indicadores de hacia dónde debemos ir, nos muestran el camino.
►En uno de tus artículos, haces referencia a las palabras de Celia Domínguez: «sabes que eres abundante porque te despiertas agradecido y no pidiendo» porque «la abundancia es algo que se siente, no sólo que se tiene». ¿Crees que hay que apostar por sentir, por notar y por agradecer lo que ya eres, aunque sea en potencia?

Totalmente. Si no haces eso, nada tiene sentido. Ya somos lo que soñamos pero no lo vemos porque estamos ocupados exigiéndonos ser otra cosa y no sentimos nada. Ser abundante, como decía Celia, no es tener es ser, es sentirse así. Es no recortarse pensando lo que eres o puedes llegar a ser. El problema es que no sentimos lo que somos, vivimos en una versión reducida de nosotros que se niega la felicidad, porque se siente culpable por no ser como cree que el mundo le reclama que sea.
►¿Cómo pasas el tiempo libre? ¿Cuáles son tus aficiones?

No tengo mucho, la verdad. Me gusta pensar que todo el tiempo es libre. Leo mucho, mucho. Escribo, paseo junto al mar, me encanta cocinar y charlar con personas que me aportan... Y por supuesto estar con mi familia.
►¿Cuáles son las cinco cosas más importantes para ti?

Amor, amor, amor, amor y amor. No hay nada más. Por ti, por las personas y por la vida.
►¿Qué valores crees que deben ser prioritarios en la vida?

El respeto por uno mismo y por los demás. Ser honesto contigo mismo y con todos. Intentar ser justo. Ser leal a lo que eres y a las personas que amas. Comprometerse y aceptar tu responsabilidad en la vida, la de verdad, lo que se te impone.
►¿Qué errores crees que cometen los jóvenes en su camino hacia su futuro?

Los mismos que cometimos nosotros. No confiar en sí mismos y vivir una vida que no les pertenece para satisfacer a otros.
►¿Qué es para ti llegar al podio de los triunfadores?

No cambiar nada de tu vida. Sentirte bien contigo. Lidiar con tus fantasmas y hacerles muecas divertidas. Reírte de tus imperfecciones y aprender de tus errores. Tener sueños cumplidos y sueños por cumplir sin obsesionarse. Sentirse ligero y tranquilo. Notar que vives y amar cada momento. Dar gracias por estar.
►¿Crees que ya has conseguido tus sueños?

Algunos sí y otros no. Lo que pasa es que mis sueños han cambiado conmigo. Lo que importa es crecer para conseguirlos y hacer lo que creas que debes para llegar. Si consigues eso, el podio no importa, porque el premio es tu evolución, tu cambio interior. El podio en el fondo es para el mundo y tú no necesitas que el mundo sepa nada, ya eres... Esto va de ser, no de conseguir (lo que no significa que no queramos conseguir o no consigamos).
►¿Qué consejos darías  a quien también persigue sus propios sueños?

No te obsesiones. Vive el camino hacia tu sueño porque eso es lo que cuenta. Siente cada momento. Conócete y acepta cada una de tus fibras sea como sea, ama tus errores y tus imperfecciones porque en ellos está la clave para llegar. Siéntete ilimitado, grande... Sé ya la persona que vive tu sueño y no desesperes. Ten pacienciaporque los sueños grandes se cuecen lento y nada llega antes de tiempo. Y si a medio camino te agobias, sé capaz de parar y respirar. Lo más importante eres tú.
Como nos dice Mercé: No brillamos si no somos capaces de abrazar nuestra sombra y lo que nos hace sentir vulnerables. Dentro de cada uno hay una fuerza que le empujará cuando dude. Siempre se es más grande de lo que uno se imagina. Nos movemos por heridas y todo lo que hacemos para cicatrizarlas nos define. Hay momentos en la vida en que uno debe sentarse a notar que vive y dar gracias por esa plenitud, por la vida.
Palabras sabias y profundas llenas de sentimiento y que invitan a detenerse y profundizar; a pensar y meditar; a investigar en nuestro interior y poner corazón y alma a la vida.
Mi agradecimiento a Mercé, que me ha regalado gran parte de su escaso tiempo para poder hacer llegar a mis lectores de El podio de triunfadores, sus muchos e inspiradores mensajes.

Muchas gracias por estar aquí y compartirlo. La buena comunicación nos hace crecer.


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