La enfermedad del alzheimer en la literatura infantil: Los despistes del abuelo Pedro

Publicado el 28 septiembre 2016 por Danieldrozadal

Fuente de la imagen: De verdad digital
Hace justo una semana, el pasado miércoles 21 de septiembre, se conmemoraba el Día Internacional del Alzheimer, una jornada celebrada por primera vez en 1994 tras la proclamación de la OMS (la Organización Mundial de la Salud) y promovido por una organización dedicada a todo lo relacionado con esta enfermedad.

 El alzheimer es una enfermedad mental progresiva que provoca alteraciones en la capacidad memorística de la persona que la padece, así como la paralización o la destrucción de toda una serie de habilidades relacionadas en su mayoría con la comunicación. Actualmente, pese a que se está investigando y anualmente se publican artículos varios sobre la materia, se desconoce la causa última de la enfermedad.


 Pese a que el avance de la enfermedad o las consecuencias derivadas de ella difieren de una persona a otra la sintomatología suele ser la misma en todas las personas: 

   - Memoria a corto plazo. Dificultades para recordar acciones o hechos sucedidos instantes antes o en algún momento del día no muy lejano.

  - Momentos repetitivos. Repetición de una pregunta formulada con anterioridad entrando en una especie de bucle.

  - Dificultades comunicativas: abandono de manera inconsciente de una conversación, lengua pobre en ocasiones.

 Estos son algunos de los síntomas y de las dificultades que una persona con alzheimer puede tener y presentar, pero no es este un blog dedicado a tratar asuntos médicos (disculpas de antemano si he cometido un error especificando o comentando cuestiones médicas) sino a compartir lecturas o temas relacionados con los libros. 

Arrugas, una novela gráfica galardonada con numerosos premios, entre ellos el Premio Nacional del Cómic del año 2008, y adaptada a formato cinematográfico cosechando buenas críticas y éxito de público, fue una de las primeras incursiones literarias acerca de este tema.
Su autor, Paco Roca, logró transmitir la esencia de la historia sin caer en excesivos sentimentalismos.
 Desde la publicación de esta obra literaria se ha tratado en otros textos literarios un tema tan delicado como este. Incluso la literatura juvenil en los últimos años ha logrado acercar la enfermedad a un lector de menor edad desde diferentes ópticas. Hilos de colores, de Elena Ferrándiz, o La abuela durmiente, de Roberto Parmeggiani, son algunas de las obras publicadas al respecto, mas no las únicas.

El libro que comparto en la entrada de hoy aborda el tema del alzheimer desde un punto de vista algo diferente respecto a obras como las mencionadas en el anterior párrafo. 


Autora: Marta Zafrilla
Ilustrada por: Miguel Ángel Díez
Título: Los despistes del abuelo Pedro
Editorial: Cuento de luz
32 páginas
ISBN: 978-84-15241-09-6

Muchos son los niños de corta que viven a través de la figura de sus abuelos las consecuencias o los síntomas propios de la enfermedad no entendiendo del todo ciertas situaciones y generando momentos tensos de celos ante la necesidad de los padres de una atención mayor de las personas mayores que padecen alzheimer. 

 Editado por la editorial Cuento de Luz Los despistes del abuelo Pedro trata de hacer entender a los más pequeños el proceso de la enfermedad por parte de sus abuelos y cómo pueden ayudar a superar, tanto ellos como quienes padecen la enfermedad, determinados obstáculos, como es la pérdida de la memoria o la realización de ciertos actos que pueden generar confusión e incertidumbre.

 De esta obra me ha agradado el enfoque de la obra. A través de Óscar, un niño de 7 años, vamos conociendo quién es su abuelo y qué es lo que le pasa, así como de qué manera intenta ayudar a su abuelo para ejercitar la memoria, para evitar que su abuelo caiga en una dinámica mucho más complicada de lo que pueda llegar a ser. 

 Los padres de Óscar, ante el paulatino deterioro del abuelo de la familia, deciden llevárselo a casa para tratar de cuidarlo de la manera más adecuada y este, Óscar, decide actuar para ayudar en lo posible a su abuelo.





 Me parece una propuesta realmente interesante para abordar un tema tan delicado y complejo como es el de esta enfermedad. En los últimos tiempos la literatura infantil está logrando tratar, a partir de historias de la realidad del niño, de lo cotidiano, cuestiones tan complejas como el tratamiento de una enfermedad, como es el caso de esta obra infantil, o el de la muerte. Por lo que respecta a Los despistes del abuelo Pedro ayuda mucho la historia planteada por Marta Zafrilla, su autora, y las ilustraciones, obra de Miguel Ángel Díez, que la acompañan. 

  La literatura infantil sigue sorprendiéndome cada día más, pues cada semana voy descubriendo nuevos títulos, nuevas historias que tratan temas hasta ahora poco abordados. La cuestión de lo tabú afortunadamente se va alejando cada vez más de la literatura destinada a un público lector joven.