El día 2 de enero entraba en vigor la famosa Ley que prohibe fumar en los espacios públicos cerrados.
No se muy bien que pensaban que iba a ocurrir, sobre todo los medios de comunicación, pero el caso es que pasado ya varios días aquí no ha pasado nada.
A mí, que soy fumador, la iniciativa no me parece mal, la ley tiene aspectos mejorables como os comentaba en un post anterior, pero hay que reconocer que en los bares se respira mucho mejor, y que los no fumadores tampoco tenían porque tragarse mi humo.
Ahora bien, de ahí a andar incitando a la gente a presentar denuncias anónimas, va un trecho.
Creo que los fumadores, por regla general somos gente educada, que no se puede fumar, pues no se fuma, lo que no se muy bien es a qué viene este afán sancionador de las administraciones.
Si todo el mundo reconoce que la Ley se está cumpliendo prácticamente en todos los lugares, no se cual es el objetivo de Leire Pajín animando a la denuncia.
Vamos a dejar que el asunto se vaya asentando y no instiguemos a las personas a ir contra sus vecinos, que intolerantes hay en todos lados y rara vez aportan algo positivo a su entorno.