La equinácea es una planta de aspecto llamativo similar a la margarita, es nativa del este de América del Norte, se encuentra especialmente en Estados Unidos y Canadá aunque en la actualidad es una planta de jardín que se puede encontrar en todo el mundo.
Su nombre científico es echinacea y de forma popular se conoce como flor cónica de la pradera y flor púrpura de la pradera, pertenece a la familia de las Asteraceae
Morfológia de las Equinácea
La equinácea es una planta herbácea que crece en lomas y terrenos arenosos, puede alcanzar el metro de altura y sus hojas son lanceoladas y tienen 3 nerviaciones.
Resumen Contenidos
- Morfológia de las Equinácea
- Propiedades medicinales de la Equinácea
- Remedios caseros con la Equinácea
- Contraindicaciones del uso de la Equinácea
Sus flores son grandes con lígulas largas, al igual que los discos florales, son de color rosa o púrpura y el receptáculo es espinoso, la raíz es de color negro y picante.
Esta planta ha sido utilizada desde hace siglos, fueron los aborígenes norteamericanos quienes comenzaron su utilización, especialmente para tratar las infecciones producto de mordeduras de serpientes y las heridas por flechas, la equinácea además de servir para la ornamentación, tiene grandes poderes medicinales que pueden ser aprovechados.
Propiedades medicinales de la Equinácea
La equinácea es un antibiótico, antiinflamatorio, desinfectante, bactericida y cicatrizante natural, en este sentido es ideal para combatir principalmente bacterias, virus y hongos, además tiene otras aplicaciones, estas son las cualidades de la planta:
● Combate enfermedades del sistema respiratorio como fiebre, tos y mucosidad, es excelente para tratar los resfriados.
● Alivia y cura la sinusitis, bronquitis y faringitis.
● Es un remedio para la migraña.
● Elimina los orzuelos.
● Favorece la buena digestión, estimula el apetito y aumenta las secreciones salivales para quienes sufren de boca sea.
● Trata el dolor de garganta y la inflamación de las amígdalas.
● Sus poderes cicatrizantes la hacen excelente para curar heridas y quemaduras, también eczemas, psoriasis, acné, picaduras de insectos y herpes.
● Tiene el poder de reforzar el sistema inmunológico y formar una barrera contra las infecciones, ya que estimula los glóbulos blancos.
● Es un gran remedio para las infecciones vaginales y la sífilis.
● Combate las infecciones del oído, de los dientes como la gingivitis y la periodontitis y las que afectan el tracto urinario.
● Cura las enfermedades de transmisión sexual.
● Es una alternativa para el tratamiento de la malaria y difteria.
● Puede tratar el reumatismo y la septicemia.
● Es una excelente cura par las fatigas crónicas.
● Sus cualidades antiinflamatorias son ideales para tratar las lesiones deportivas, las caídas y los golpes.
● Elimina células cancerosas, incluso se usa durante el tratamiento de quimioterapia debido a que mejora las defensas.
Remedios caseros con la Equinácea
La equinácea es una gran planta para la preparación de remedios naturales, incluso todas sus partes son empleadas, la raíz, el tallo, las hojas y las flores. Se pueden preparar infusiones, también se puede encontrar en forma de suplementos, cápsulas, tinturas y hasta cremas y lociones.
Para la infusión se emplean las hojas y el extracto seco de la raíz, se pueden consumir 5 tazas diarias dependiendo de la concentración de la planta, esto es favorecedor para el resfriado. El zumo de la planta es ideal para las heridas, para problemas como la faringitis se puede hacer gargarismos.
Contraindicaciones del uso de la Equinácea
Es importante hacer mención que como toda planta, para la equinácea se necesita tener ciertos cuidados, por ejemplo, si se toman cápsulas no debe ser más de 3 al día y por un tiempo no mayor de 2 semanas.
En los menores de 12 años puede generar reacciones alérgicas como inflamación de la piel, urticaria, erupciones y asma. En los adultos no es recomendable su uso para las personas que sufren de enfermedades autoinmunes y hepáticas.
Tampoco se debe usar al mismo tiempo que se consume café o medicamentos que se eliminan a través del hígado, pues la planta altera su síntesis. Durante el embarazo y la lactancia tampoco se recomienda el uso de esta planta y es clave evitar su empleo durante tiempos prolongados.
De cualquier forma, el primer paso para el uso de la equinácea es recurrir al médico, este debe sugerir, controlar y supervisar el tratamiento para garantizar el éxito e impedir cualquier posible efecto secundario.
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