-“En este pujante mercado se mezcla el boom tecnológico, el inmenso negocio que envuelve desde siempre todo lo relacionado con los bebés, y la obsesión de los padres por controlarlo todo; detrás de muchos de estos dispositivos en muchos casos hay empresas que, al rebufo de las nuevas tecnologías y la microfinanciación, aprovechan para vender productos basados en la preocupación y la angustia de los padres”, reflexiona Santiago García-Tornel, pediatra asociado del hospital Sant Joan de Déu.-
Así que, como los padres vigilantes, no hay nada más conveniente.