Como sabíamos que iba a ocurrir, La Era de Apocalipsis acababa con la victoria de los buenos, la normalización de las colecciones, y algunos
Años más tarde, en 2005, coincidiendo con el décimo aniversario de La Era de Apocalipsis, en Marvel, con Brian Michael Bendis y Oliver Coipel al frente, se realizó un homenaje a esta saga, con un cambio que afectó a todo el Universo Marvel, en la llamada Dinastía de M. De nuevo el centro del cambio estaba en los mutantes, con un Magneto convertido en líder de una Genosha hegemónica y un mundo contrario al de La Era de Apocalipsis. Si en aquella los mutantes eran perseguidos y eliminados en el mundo darwinista de Apocalipsis, en esta los mutantes son los VIP del mundo, abocados a gobernarlo y formando parte de la elite mundial. Aquí también nos encontrábamos a los personajes transformados. Nuevas versiones (mejores o peores) de Tormenta, Spiderman, el Capitán América o Cíclope que vivían en un mundo “mejor” creado por los poderes de la Bruja Escarlata, manipulada por Mercurio. Pero si el final de La Era de Apocalipsis nos dejó igual que estábamos, pero con algunos personajes nuevos, en Dinastía de M, además de traernos a ese gran personaje en que Peter David ha convertido a Layla Miller, todo el Universo Marvel cambia con solo tres palabras, las ya sabidas “No más mutantes”.
Allí, en la Fortaleza-X, conocemos a los personajes que se mueven en este mundo, un mundo en el que los supervivientes llevan mil días luchando con los humanos para mantener en pie la Fortaleza-X, protegida por un campo telequinético invocado por los Guerreros Fuerza (Legión, Infernal, Mariposa Mental, Unuscione y una enigmática Ravenant); en el que Bala de Cañón ejerce de mano derecha de Magneto como general de campo, Cíclope se ha convertido en un fiero guerrero (Basilisco, utilizado por Arcade como ejecutor en Alcatraz, cortándole los párpados), o la más importante de todos, ya que será la protagonista de la historia: Pícara, a la que todos llaman Legado (salvo Sam Guthrie, que se refiere a ella como “Segadora”), pues su poder le permite almacenar dentro de ella las almas de los que han muerto. Cíclope tiene una relación sentimental con Frenesí, Tormenta con Namor, el Hombre de Hielo con Mariposa Mental… son muchas las cosas que han cambiado durante esos mil días de batalla. Pero la aparición de Kitty Pryde (como había aparecido Bishop en La Era de Apocalipsis o Lobezno en Dinastía de M) con un testimonio de lo que hay en el mundo exterior (el mundo humano, más allá del muro de los Guerreros Fuerza), hace que todo en la Fortaleza-X se revuelva.
Y es que los descubrimientos de Gatasombra demuestran que, más allá del Muro, no hay nada. Pícara será quien lleve esta investigación, enfrentándose en muchas ocasiones a sus propios compañeros, desafiando al líder de la Fortaleza-X, al que llaman simplemente “X” y que no es otro que Moira McTaggert, que en este mundo continúa viva. Realmente, precisamente Moira McTaggert es el eje de todo lo que ocurre, pues es ella quien ha modificado el universo, ya que no es la verdadera Moira, sino un ente creado por Legión, una de sus muchas personalidades, que ha modificado el mundo para favorecer a Davir (convertido en uno de los más importantes defensores de la Fortaleza-X como líder de los Guerreros Fuerza). Por supuesto, Pícara, Kitty, Magneto… los héroes se alían para derrotar a X y devolver el mundo a la normalidad, y esta vez, todos vuelven a Utopía con los recuerdos de ese nuevo mundo creado por Moira, aunque estos irán desapareciendo en manos de Emma Frost y sus chicas, aunque algunos, como Frenesí, se negarán a olvidarse de vidas que consideraban mejores.
Y a grandes rasgos, esto es la Era de X. ¿La valoración? Un gran trabajo de un gran guionista, Mike Carey, autor por ejemplo de la genial Lucifer para Vértigo, en el que en pocos números, nos cuenta una gran historia, acompañada por los lápices de un eficaz Clay Mann, que sin un dibujo realmente destacable, sí resulta muy eficaz a la hora de narrarnos esta historia al a vez épica y claustrofóbica, marcada por un fuerte cariz preapocalíptico. Y para ello recurre hábilmente a dos personajes que maneja con gran soltura: Pícara, la protagonista absoluta de X-Men: Legado, y Legión, que ha adquirido gran importancia en el lado mutante del Universo Marvel debido a sus apariciones en Nuevos Mutantes, y que seguirá teniéndolo en la nueva etapa de X-Men: Legado, en el que Pícara, Xavier, Magneto, Gambito y Frenesí se convertirán en un peculiar grupo ligado a Legión para solucionar muchas de las repercusiones de La Era de X.