Un médico suizo acaba de revelar a la humanidad los secretos de una ciencia nueva: la escarpología.Tal ciencia permite averiguar los rasgos distintivos de un carácter, sin más que examinar el calzado que usa la persona en cuestión.Un hombre ponderado, una mujer tranquila, desgastan todas las superficies de las suelas por igual. El desgaste del borde externo de dichas suelas indica voluntad, audacia o terquedad. Por el contrario, el desgaste del borde interno es prueba de cobardía o debilidad. En cuanto al uso exagerado del extremo del zapato o de la bota, ningún indicio hay más claro de maldad o de hipocresía.Todo esto, naturalmente, es lo que afirma por su cuenta y bajo su exclusiva responsabilidad el doctor suizo. Pero si la escarpología llega a tener existencia científica oficial, los camareros y camareras de los hoteles van a librarse de ese trabajo humillante, fatigoso y malsano, que es la limpieza del calzado de los huéspedes. ¿Quién se atreverá a dejar sus zapatos en el pasillo, junto a la puerta...? Y cuántas confusiones y enredos de "vaudeville" daría lugar una persona que tuviera por distracción favorita la que practica en Londres, el pretendiente al trono de una gran nación europea, republicana por ahora... Este nieto de reyes se distrae alquilando habitaciones en los hoteles y cambiando de puerta todos los pares de calzado, durante las horas que las gentes normales dedican al sueño.
Antonio García de LinaresDiario Palentino12 Junio de 1925