La Escolarización y las políticas de gestión científica

Publicado el 13 enero 2013 por Orgon

Aquí va parte de una charla que dió John Taylor Gatto hace unos años al presentar su libro ¨the underground history of American education¨

¨Hay un cuerpo pedagógico de teoría y experiencia que opera fuera de cualquier revisión popular, fuera del alcance de los propios directores locales  o incluso departamentos de educación a nivel estatal.  La política educativa se desarrolla fuera del espectro donde nadie puede conseguir llegar y está diseñada deliberadamente así para que no se moleste a los verdaderos gerentes con nuestra histeria sobre lo que les ocurre a nuestros niños¨.

Toda la variedad de hostilidades que pasan delante de los ojos de cualquier maestro pueden ser atribuídas en gran parte a la propia infraestructura de la escolarización. Hace 100 años tomamos el camino equivocado  en la escolarización cuando convertimos en obligación sus disciplinas y dejamos la instrucción en manos de desconocidos profesionalizados.  Este hecho por sí solo tiene que ser una de las piezas más radicales de ingeniería social en la historia de la humanidad. Dejas a tus hijos en manos de una sucesión de desconocidos absolutos.

Se fue acumulando error trás error y exagerando el entrenamiento que la escuela podía proveer.  Haciendo sonar las campanas en los oídos de los niños, extendiendo la niñez cada vez más hasta la parte de la vida más enérgica, segregando matemáticamente a los niños de acuerdo a la alquimia de los resultados de exámenes estandarizados y finalmente, cometiendo el peor de todos los errores:  unir el mundo laboral al mundo de la escolarización forzando una conexión que simplemente no existe. Transcenderemos esta situación cuando despertemos de esta pesadilla inducida y actuemos sobre dos principios básicos fundamentales:

1- Nadie puede educarte excepto tu mismo. Nuestras propias experiencias universales confirman esto.

2- La sobre-organización provoca Entropía, la desintegración del orden. Es el resultado directo de la sobre-organización. Este es el principio de la Termodinámica que traducido a la simple experiencia diaria significa que la locura aumenta en sistema cerrados aislados del exterior.

Cuando las escuelas dejaron de ser lugares para el desarrollo mental y para formar el carácter se convirtieron en centros de formación para proveer a la economía existente de una clase particular de trabajadores y clientes/consumidores que necesitaba. Un resultado enterrado de este cambio fue sabotear los principios de libre mercado porque cuando condicionas a los niños sobre ¨lo que es¨ en lugar de ¨lo que podría ser¨ se subvenciona fuertemente al comercio existente y las disposiciones sociales políticas. Básicamente se aislaron de cualquier posibilidad de competición en el futuro [¨los verdaderos managers´] a base de adoctrinar a los niños en ¨lo que es¨. [su versión claro].
La escolarización académica en el pasado no hacía estas cosas, al menos ni se acercaba a tal grado de práctica de la escuela moderna.

Otra cosa que le ocurrió a las escuelas desde que se convirtieran en grandes instituciones análogas a las fabricas. La empresa se convirtió en un colosal proyecto laboral donde promocionar trabajos era un fin en sí mismo y frecuentemente trabajos con escasas conexiones a las necesidades de los jóvenes. La escuela es un entrenamiento para el trabajo o para convertirse en un consumidor, o para sostener por mandato un orden piramidal del trabajo pero nunca para ser un productor independiente. Si la escuela es alguna de estas cosas requiere entonces un control firme para prevenir iniciativas personales indeseadas. Requiere gerencia de arriba a abajo.

La dificultad aquí es que si contrastamos la educación con la escolarización, la primera pide a gritos la autogestión. De hecho podemos argumentar que el propósito de una educación es que uno se convierta en su propio ¨gerente¨. El principio que dice que nadie puede educarte excepto tu mismo es tan viejo como las montañas. Pueden entrenarte desde afuera pero sólo te educas desde adentro. Y esto es una contradicción horrible porque una es un modo de hábitos y memorización y la otra es la manera de aprender como tomar la iniciativa.

Tenemos una sociedad ahogándose con gente bien escolarizada pero claramente estamos hambrientos por una sociedad realmente educada.

La escuela masiva institucionalizada se ve obligada a seguir un modelo corporativo, no hay elección, pero si el producto que se busca producir es al menos, un hombre o mujer educados se encuentra entonces con el dilema que no hay ningún modo conocido de alcanzarlo colectivamente sino más bien de distintas formas individuales. Todo esto requiere un montón de experiencias primordiales que la escolarización en reclusión simplemente no puede ofrecer.  En su lugar, debe aislar a los estudiantes de experiencias primordiales y las sustituye con ejercicios abstractos.
Indistintamente de la inclinación política que uno tenga, es fácil ver como esto daña a la educación. La paradoja es que los daños infringidos como la pérdida de confianza, de independencia, el desarrollo de ciertos hábitos y necesidades que han caracterizado siempre a la gente débil y dependiente, son de hecho útiles para manejar proyectos de sistemas complejos.

La mínima cantidad de reflexión te hará ver que como gerente, ¿desearías tener a gente fuerte, segura, independiente, capaz de pensamiento crítico?  ¡dame un respiro! Incluso para los funcionarios gerentes menores esta paradoja les causa una tentación constante. En el marco de la escuela insitucionalizada los funcionarios menores son los maestros, asistentes del director/a, directores/as. Ninguno que haya ejercido esta profesión ha escapado a la confrontación de esta paradoja: ¨cuanto menos sepan los niños, más fácil es gestionarlos¨

Notad que no he dicho ¨es más fácil enseñarles¨ sino que son sin ningún tipo de duda ¨mas fáciles de gestionar¨. El entrenamiento escolar es y debería ser algo parecido al entrenamiento del deber militar para obtener los mejores resultados. Las escuelas privadas religiosas lo saben. Pero en el entrenamiento militar en una armada completamente voluntaria, nadie necesitaría estar allí. La educación, de otra forma, tiene poco que ver con el entrenamiento militar. Piensa en ello como lo que a veces se llama una ¨tabla o deporte hélice¨

La gran diferencia entre lo que llamamos escuela no pública, donde individuos con nombres e identidades se encargan de sus propias clases y la escuela pública, es que la pública imita la organización corporativa. El personal público son funciones de un sistema sobre el que no tienen ningún tipo de control. Exactamente igual que los asalariados corporativos, siguen protocolos enviados desde los más alto de la escalera y de tan lejos, que aquel que lo ha ordenado ni siquiera es visible. La larga experiencia de la inutilidad de discutir contra este tipo de gestión hace de la mayor parte de los maestros asalariados sumisos o renegados solitarios como yo. Los profesores pueden hacer mucho mejor sus tareas hacia la educación sólo ignorando los mandatos del sistema pero los profesores o directores incomformistas parecen no durar demasiado en el juego de la escuela. Las escuelas públicas son más adoctrinadas y menos íntimas que las religiosas, las privadas y desde luego que la educación en casa. Esta diferencia de intimidad es decisiva.  Cuanto más tiempo pasa el niño en las escuelas del gobierno, más cierto es que los profesores y directores se empiecen a ver como marionetas con una máscara que el niño no puede entender. La premonición de que algo raro pasa en la escuela es correcta, en mi opinión.

Como mencioné antes, la mejor educación es como un deporte hélice. Un deporte o tabla hélice podría ser un ejercicos raros como dar la vuelta al pais a pie, o retos más familiares como planear o navegar a través del atlantico, salir sólo al mar y perder de vista la tierra, esquí de fondo en terreno variable. En definitiva, cualquier cosa que lleva al individuo hasta sus propios límites sin establecer normas precisas para cada situación. Al que practica un deporte hélice, a diferencia del beisbol o el ajedrez, le es indiferente la competición contra alguien o los records. Lo que buscan es una nueva relación con ellos mismos y una nueva relación con el mundo. Están dispuestos a soportar disciplina, incluso dolor y riesgo para conseguir esos objetivos. La tabla hélice de una persona, al igual que su educación, no es la misma que la de otra persona.  En un deporte hélice los participantes hacen casi todo el trabajo y toman la mayor parte de los riesgos. El entrenamiento es sólo una pequeña parte.

Pensad en el ejemplo de salir en barco hasta perder la tierra de vista. Durante miles de años las familias de la élite se han preocupado por dejar que sus hijos, tradicionalmente barones aunque últimamente de los dos sexos, salieran en barco. Con 13 años y estás fuera en el mar, no sabes donde estás, así que si no sabes lo que estás haciendo, tienes un problema grande.
Otro ejemplo sería montar a un niño con 6 años a un caballo. Si es capaz de dominar un animal semi salvaje que pesa media tonelada con 6 años ¿que experiencia podría pararle en la vida más tarde?

Aprender a jugar a tenis con libros y videos porque no puedes permitirte clases, por ejemplo, es un deporte hélice. ¡Así fue como aprendieron las hermanas Williams a jugar a tenis! Sus padres no podían permitirse pagar sus clases así que las motivaron con videos y libros sacados de la biblioteca. Lo sabemos porque Venus y Serena Williams se volvieron ricas y famosas en su adolescencia pero de igual forma hubiera sido profundamente educacional sino hubieran conseguido ni un céntimo jugando. Una educación ´hélice¨ pone la experiencia en perspectiva porque utiliza el conocimiento para llegar a donde ¨los expertos¨ nunca han llegado, a regiones de verdad personal que alteran radicalmente los resultados de tu vida entera. A veces para bien otras no.

Criar a los niños inteligentes, fuertes, valientes, independientes, compasivos y amorosos es desde luego un deporte hélice en el Upper West Side de Manhattan. Piagget o el Dr Spock no pueden ayudarte en nada. Al hacerlo te das cuenta que no hay niño o niña en la tierra que sean iguales. Si no soportas tener que inventarte una gran parte del Script sobre la marcha, las probabilidades de catear en la tarea son grandes. Lo mismo que en la educación de la escuela, pero aquí ya no hay ninguna elección ya que no hay espacio para la improvisación. Por eso los llamamos pedagogos que era un término usado en la antigua roma para describir a una clase especial de esclavos. ¿crees que el uso de esa palabra es un accidente? Los pedagogos no enseñaban nada. Se aseguraban que la gente atendía y que todo lo que el Amo quería que se memorizara, simplemente se memorizara. Esto no era para que el niño aprendiera nada sino porque era una forma de saber si la obediencia formaba parte de su adoctrinamiento. Si les das cosas estúpidas para memorizar, aquellos que lo hacen indican que son obedientes y a los que no, les llaman estúpidos y los marcan de por vida cuando lo que están haciendo realmente es rechazando criticamente lo que le han pedido que memorice.

La paradoja se encuentra también en que demasiado crecimiento hace que sea dificil gestionar a la gente y la naturaleza corporativa centralizada de la economía pide trabajadores bien escolarizados incluyendo la gente profesional, entrenados en hábitos de consumo sin capacidad crítica y mal educados.

No nos gusta pensar así con frecuencia por lo que os voy a ofrecer pruebas que podeis constatar vosotros mismos. Imaginad por ejemplo… ¿que tipo de adulto necesita una compañía que se dedica al tábaco o las bebidas carbonatadas para tener éxito? ¿Porque estas compañías que están fuertemente involucradas en lo que se llama la reforma educacional, tendrían interés en producir un tipo de clientela que rechace el tabaco o las bebidas carbonatadas? evidentemente que no lo están y no dan su dinero solo por donarlo.

Es buen business crear el consumidor que necesitas…