¿La escuela: Una prisión?

Por Amormaternal
"La educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela" (Albert Einstein - Homeschooler)

Sinceramente, prefiero la manera sutil (y a la vez profunda) en la que Sir Ken Robinson trata el tema de la escolarización obligatoria, comparándola con una fábrica, y explicando sus orígenes en la Revolución Industrial. Sin embargo, hace un par de días me tropecé con el siguiente video, cuyo autor desconozco, que la compara con una prisión. He querido compartirlo con ustedes y saber lo que opinan al respecto, aún siendo, a mi parecer, la comparación un poco drástica y gore, porque comparto sus ideas de fondo:

  • Muchas veces las escuelas matan la creatividad y el libre pensamiento, salvo algunos tipos de escuelas abiertas y respetuosas con la individualidad de los niños.
  • La escolarización, según creo, no debería ser obligatoria. Creemos que el 'homeschooling' (o educación en el hogar, o familia) es una buena opción educativa para las familias que decidan hacerlo, y que debería ser respetada.

El siguiente video se titula School is a prison for your mind, o lo que es lo mismo: La escuela es una prisión para tu mente. Y yo les pregunto: ¿Será la escuela una prisión para la mente de los niños/as?
He transcrito el video, que se encuentra en inglés, para los que prefieran conocer su contenido en castellano.

La escuela es un programa de entrenamiento forzoso de 18 años de duración, impuesto por los gobiernos, que esteriliza el potencial que tienen los niños/as de ser brillantes. Aquellos que han sobrevivido a la escuela, sobreviven el conformismo y continúan pensando por sí mismos/as, son realmente una excepción.
Todos los niños nacen con una mente curiosa y con alta afinidad a la experimentación hasta que un día son enviados a la escuela. La escolarización obligatoria no es más que la memorización de hechos inertes y monótonos y un entrenamiento para que los niños dominen los comportamientos repetitivos.
Durante la mayor parte del día, todo lo que el niño/a dice debe ser concordante con los intereses de su profesor/a de escuela. Su comportamiento debe coincidir con políticas y reglas preestablecidas. No pueden usar el baño sin permiso. Si desean hablar, deben levantar la mano. Después de una hora, suena un timbre y todos deben moverse de acuerdo con él. Esto no podría parecerse más a la esclavitud.
Este tipo de entrenamiento se convierte en un ritual para el niño/a, se convierte en las historias de fondo para las series televisivas infantiles, y los cuentos para niños/as, o la ideología que les enseñan sus profesores/as o incluso sus madres y padres. De esta manera, se está desarrollando una mono-cultura entera, privando a los niños/as de su poder de crear problemas al estado desde muy temprana edad, entrenándoles para que sean buenos sirvientes de lo que es políticamente correcto.
El ambiente en el que se desenvuelven se asemeja mucho al de una prisión, en el sentido de que constituyen una población completamente carente de poder para retar la autoridad de su guardián. El proceso se convierte en uno de sellado automático, no tienen ningún control sobre ninguna parte de sus vidas, lo cual está directamente relacionado con la violencia juvenil porque el único control que tienen es sobre sus semejantes.
La escuela obligatoria fabrica niños/as que o bien están aterrados de sufrir bajo la tiranía de otros, o que han sido educados para perpetrar la explotación de otros. Es bastante similar al sistema de prisiones en el que la convivencia es obligatoria. La presencia del niño/a en determinadas áreas del edificio y su participación en un comportamiento regulado por el Estado está penado con cárcel. Ha sido contratada una armada entera de oficiales para asegurarse de que ningún niño/a esté del otro lado de la cerca.
Tras 18 años bajo la autoridad coercitiva estatal, el niño/a es liberado al mundo, algo así como la culminación de una sentencia de 18 años de prisión. Ahora que el niño/a ha sido entrenado para la obediencia, puede ser dejado en libertad. El producto de estas escuelas, o de estos operativos de producción controlados por el estado, es una sociedad dispuesta a someterse, a obedecer y a escuchar. Ese comportamiento obligado, que técnicamente puede equipararse con una forma de esclavitud, sólo puede conllevar una mentalidad de temor y terror.
Necesitas estar en un determinado lugar, en un momento preciso, bajo las órdenes de una autoridad o de un timbre. Todo el mundo formando una sola masa, vira en otra dirección para comenzar otra actividad. Son entrenados/as, no sólo a seguir instrucciones, sino también a seguir determinadas pautas de comportamiento, normas, reglas y leyes que son preestablecidas para controlar a los niños/as. Te dicen que no puedes hacer algo al otro, que aquello sí lo puedes hacer, que esto es aceptable y que aquello otro no. Los estándares de la cultura, moralidad y comportamiento son grabados en estas jóvenes y nuevas mentes que están en plena etapa de florecimiento y desarrollo.
Sus mentes son interceptadas por el estado, de manera de hacerlas conformarse con los estándares del mismo. La primera lección que te enseñan es la jerarquía de la autoridad, la segunda lección es trabajar en grupo para alcanzar las metas de aquellos que están en control. Si a un grupo de niños/as se le enseña a tener un determinado comportamiento indistintamente de lo que cada uno quiera hacer, esas personas aprenderán a no luchar cuando sean adultos.
Estos son los inquilinos que viven en condiciones insalubres y nunca las denuncian ante Sanidad, estos son los grupos de ciudadanos/as que se aterran fácilmente por un grupo de policías hasta renunciar voluntariamente a sus derechos. Estos son los grupos de trabajadores/as que renuncian a sus vidas por las grandes corporaciones que les dicen cómo vestirse, cómo hablar, a qué hora despertarse, lo cual quiere decir en esencia que también te están diciendo a qué hora dormirte si te están diciendo a qué hora te debes levantar.
Esto no es nada nuevo, son simplemente los frutos de la escolarización obligatoria. Si miramos las raíces de la Revolución Industrial del siglo XIX, la Guerra Civil demostró a los industriales y financieros que una población estandarizada entrenada para seguir órdenes sin pensamiento crítico previo, podría utilizarse de modo que trabajara como un árbol de hacer dinero. No es ninguna sorpresa que el poder global y la riqueza de las corporaciones esté basada en un sistema educativo de tercera categoría que trabaja por erradicar la formación de personas con verdadero carácter y verdadero intelecto. Esto es así porque el burócrata carente de sentido crítico y el trabajador que no es pensante que seguirán un sistema sin cuestionarlo constituyen el patrón del cual nuestro sistema depende, y esto es lo que las escuelas producen.
El sistema no está diseñado para educar al público, es por esta razón que las decisiones [en la educación] son tomadas por la burocracia estatal, no por las madres y los padres, ni por los maestros/as. Se asegura el cumplimiento de cada ley a la fuerza y por temor a un máximo castigo, el tono de voz de un director de escuela, a menudo se asemeja al de un celador: sin lugar a titubeos que pongan en juego su autoridad. Siempre tendrán alguna manera de imponer un estándar sobre la población a fuerza de su habilidad coercitiva. Un duro castigo espera a cualquier niño/a que desobedezca las reglas, no hay ninguna duda de que un grupo activo de estudiantes se refleja positivamente en la dirección de una escuela. Sería algo así como los trabajadores/as de una fábrica que reportan a un superior del distrito escolar.
Al estado no le importa si los niños/as viven sin techo, o si sufren de desnutrición o hambre, pero si no llegan a la escuela a la hora precisa, como si acudieran a un juicio, se alerta a la policía. Hasta que no se logre la abolición de la escolarización obligatoria, tus hijos serán educados/as como esclavos/as para que puedan aceptar convertirse en esclavos/as más adelante en la edad adulta.
 
 

Noam Chomsky: 'Enseñar no debe parecerse a llenar una botella de agua, sino más bien a ayudar a crecer a una flor a su manera'.

¿Y ustedes qué opinan? ¿La escuela produce seres librepensantes? ¿Respeta la individualidad de los niños/as, o trata de cubrir, a grosso modo,  a la mayoría, dejando por fuera a los que no sean 'niños/as promedio'? ¿La escolarización obligatoria intenta meter a todos los niños/as en un mismo molde ? ¿Qué tipo de educación ayuda al niño/a a ser la mejor versión de sí mismo?
Queremos aprovechar esta reflexión para mostrar nuestro apoyo a las familias que educan en casa en España y que actualmente están siendo procesadas por haber decidido educar a sus hijos/as en familia, en lugar de llevarlos a la escuela. Si gustan leer más acerca de esta iniciativa, pueden hacer click sobre la siguiente imagen:


Foto © Oliver Rossi/Corbis