Frasco: Giorgio Armani ideó un frasco más puro y sorprendente que nunca, con voluptuosas curvas que dejan maginar el misterio que aguarda en su interior. El frasco, con su baño de plata, al principio opaco y luego
transparente, permite que la luz incida en su interior progresivamente. El efecto reflejo crea un ambiente azulado, como un cielo en el que nubes plateadas y rayos de luz se funden en una eterna lucha.