Una de ellas es la de “volver a la esencia”, a ésta la he escuchado muchas veces, sobretodo cuando algo va bastante mal o dan vueltas y vueltas pero nunca se avanza, y esto sucede en cualquier aspecto ya sea profesional, empresarial, institucional o personal.
¿Qué es volver a la esencia?, sencillamente es conectarse con las bases, los cimientos, es decir, lo que ha permitido crecer y lograr objetivos, por ejemplo alguna empresa que empezó comercializando un determinado producto, comenzó a crecer y llegado a un punto alto, se metió en otros asuntos, diferentes mercados, productos y con el tiempo es como que han perdido el rumbo, con lo cual comienza a sobrevolar la frase de “esta empresa si quiere ser lo que era, deberá volver a su ESENCIA”.
Y a ¿cuántos de nosotros en nuestra vida nos ha pasado ésta frase por la cabeza o alguien nos la ha dicho?, creo que a la mayoría, porque es muy sencillo aconsejar a los demás que vuelvan a su ESENCIA, pero el hacerlo uno mismo si no lo ha hecho, es muy difícil.
Pero también para muchos es difícil saber “qué es volver a la ESENCIA” y lo más difícil, “el cómo hacerlo”.
A mí es una de las cosas que más me gusta tratar con los clientes y las personas que acuden a los seminarios para descubrir este tema, porque se trata de un momento muy importante y potente para ellos.
Es como una sensación de descubrimiento, asombro, emoción, alegría y miedo al mismo tiempo, de confirmar aspectos que sabían inconscientemente y además de confianza en uno mismo.
Llegar a ella es un proceso sencillo, sobretodo en su primer contacto y acercamiento pero lo difícil es ponerla en la práctica en las acciones diarias, después de estar dominado por los saboteadores, creencias limitantes y ego durante años.
Pero ¿cómo se llega a ella?, muy sencillo, conectándote con tus Valores, talentos, habilidades, estableciendo tu Visión de Vida y sobretodo descubrir tu Misión de vida, es decir, la huella que quieres dejar en esta vida.
Los Valores personales son la piedra angular de todo esto, si no conoces los tuyos vives como un barco perdido en medio del océano, no tienes rumbo y estas atado a las circunstancias, te la pasas “apagando incendios” uno tras otros y nunca avanzas, porque el día a día te devora.
Cuando una persona tiene claridad sobre sus Valores y los dones que posee, puede establecer una Visión de dónde y cómo quiere verse en un tiempo determinado, por supuesto viviendo desde lo que es. A partir de aquí podrá comenzar el proceso para descubrir su Misión de Vida.
Una vez descubierto todo esto, vendrá la segunda parte que será poner en práctica todo esto, con cual tendrá la ardua tarea de derrocar el régimen establecido por su saboteador y así dar paso a vivir desde su ESENCIA.
El camino es complejo para vivir desde la ESENCIA, pero verdaderamente vale la pena, porque cuando una persona vive desde ese lugar, el apego, los egos, saboteadores y creencias limitantes, se derriten día tras día para dar paso a la claridad, la motivación, el sentirse que puede, hay confianza, aprendizaje, sabiduría, bienestar y plenitud.
Por eso cuando hablamos que alguien, algo o algunos deben volver a su ESENCIA, debemos antes preguntarnos: ¿Vivo desde mi ESENCIA?.