Afortunadamente desde hace unos años, el buen hacer de autores como Rafael Marín, Jose Carlos Somoza o quien nos ocupa, Javier Negrete, está haciendo que abramos un poco los ojos y disfrutemos de las grandes historias que nos regalan.
La Espada de Fuego es la primera novela de la saga del mismo nombre compuesta por: La Espada de Fuego, El Espíritu del Mago, El Sueño de los Dioses y El Corazón de Tramorea, en la que se nos cuenta la historia de la ansiada espada de fuego Zemal. Esta espada es portada por el Zemalnit, lo que le permite reinar sobre Tramorea.
Hairón, el último Zemalnit ha muerto y no son pocos los que están interesados en hacerse con la espada, pero sólo los Tahedoranes, los grandes maestros de la espada, pueden competir por ella. El problema es que no sólo los mortales están interesados en ella, Tubilok, un Dios dormido que habita en las profundidades del Prates, la necesita para enfrentar a los hombres y poder volver a dominar el mundo. Magos, guerreros, criaturas mágicas y los propios Dioses son los que nos encontramos en la historia, que original original no es, ya que presenciamos la socorrida profecía, el típico viaje en busca de un objeto que otorga un gran poder a un personaje que en principio parece que desentona con la historia, o las traiciones y engaños que suelen darse en este tipo de historias.
Desde que hace un tiempo conocí a Negrete con Señores del Olimpo y posteriormente con Salamina, me he convertido en incondicional de este autor. Con una historia directa y muy bien contada, que no se pierde en detalles o descripciones superfluas, nos sitúa perfectamente en la trama que nos atrapa sin que podamos evitarlo. Curiosamente con los 3 libros que he leído del autor me ha pasado lo mismo, al principio me cuesta concentrarme en lo que estoy leyendo, pero pasadas las primeras páginas, me meto por completo en la novela y la leo casi casi de un tirón, dejándome un gran sabor de boca ya que la forma que tiene el autor de redactar me parece muy buena (superior a la de muchos autores extranjeros de fama reconocida).
Además, en esta novela Negrete emplea un recurso que no había visto antes y me ha encantado. En una de las luchas entre dos personajes, el texto se divide en dos columnas y en cada una de ellas se nos van presentado los pensamientos de cada uno de ellos a lo largo de la pelea.
Próximamente me pondré con el resto de volúmenes que componen la saga y con alguna otra novela de Negrete, así que os mantendré informados.