Kenny Blackwood pasará el verano con su papá en Japón. Lo que desconoce es que está por vivir unas vacaciones llenas de acción, aventuras y peligro.
Mientras Kenny viaja rumbo a Japón, descubre que su abuelo le dejó una nota secreta junto con un silbato de bambú. Kenny no se resiste y sopla a la boquilla del silbato, en un principio sin ningún resultado. Lo vuelve a intentar y a medio soplido se detiene, pues está seguro de oír ruidos en el compartimento para equipaje de mano del avión. Con un poco de miedo Kenny se levanta de su asiento e intenta ver que es lo que hay ahí arriba, pero por miedo no levanta la puerta. Tiene que pedirle ayuda a un sobrecargo, el cual abre y ve que en el interior no hay nada, pero Kenny se queda sorprendido al ver un animal gordo y peludo, el cual le hace un gesto con sus garras de que guarde silencio. El sobrecargo le dice a Kenny que ahí dentro no hay nada, que seguramente está nervioso, pero que pronto aterrizaran. Kenny sigue viendo al animal que lo observa muy atento desde el interior del compartimento.
Al llegar al aeropuerto Kenny es interceptado por agentes de inmigración y llevado a una oficina para ser interrogado. Ahí, Kenny vuelve a ver a una criatura enorme de piel roja y colmillos, pero esta vez Sato (un agente de inmigración) lo tranquiliza y le dice que le explique qué es lo que acaba de ver. Kenny le pregunta que si habla del gigante con cuernos y colmillos que parece cruza de Shrek y Hellboy. Sato le explica a Kenny que tiene el don de la visión y que puede ver el mundo que se oculta al otro lado y que esta ahí por que su abuelo lo ha enviado a terminar una misión. A partir de ese momento Kenny descubrirá muchas cosas, pero necesitará la ayuda de Kiyomi.
Ya a la venta.