‘La espada de los druidas’ es la ópera prima de Eduardo Aguiar

Publicado el 25 abril 2019 por Delecturaobligada @DelecturaOblig

La novela, primera parte de las saga Las crónicas de Vulcania, saldrá al mercado en pocas semanas. ¿Te vas a quedar sin conocerla?

Tania J.
Comencemos conociendo la sinopsis de la historia. ¿Cómo la explicaría?

En una época antediluviana, cuando los continentes aún no se habían separado y todavía formaban una gran masa de tierra llamada Pangea, esta se hallaba habitada por un buen número de criaturas, aunque muy diferentes entre sí: unas eran seres grotescos y monstruosos; las otras eran razas inteligentes, diseminadas en un puñado de reinos colindantes.

Una de estas razas era muy similar a la del ser humano actual, y había alcanzado un nivel de desarrollo semejante al de nuestra Baja Edad Media. En una aldea remota de este reino viene al mundo un niño con una extraña marca de nacimiento en mitad del pecho; es la señal del Elegido, también conocido como Hijo del Dragón: un personaje que —según las antiguas profecías— deberá enfrentarse un día a las Fuerzas de la Oscuridad que asolarán Vulcania, el reino al que pertenece Madox, nuestro protagonista.
Sin embargo, el muchacho crece en la ignorancia absoluta del papel que el destino parece tenerle reservado. Hasta una noche en la que sucede algo inesperado que lo conmina a dirigirse por vez primera a la capital, donde —con más pena que gloria— descubrirá el «sendero» que el azar parece haber trazado para él.

En su aventura no estará solo, pues poco a poco irán sumándose una serie de variopintos personajes totalmente trascendentales para su sorprendente viaje —tanto físico como interior—, en pos de un amuleto perdido de cuya recuperación depende la salvación o el hundimiento definitivo del reino de Vulcania: ¡la mítica espada de los druidas!

¿Cómo surgió la idea que dio origen a esta obra?
Estaba viendo la serie Juego de Tronos y cada vez me enganchaba más su trama. Yo diría que el entusiasmo que me provocó me indujo, de algún modo, a querer escribir algo de ese género (lo cual no quiere decir en absoluto que las tramas sean similares, ¿eh?). A mí siempre me gustó escribir, y simplemente me interesé por el mundo de la Espada y Brujería hasta el punto de querer plasmar mi propia obra. Pero honestamente, no creo que se parezca a Juego de Tronos, ni pretendió parecerse en ningún momento.

La historia que ha publicado, ¿es la que usted pensaba escribir o sufrió modificaciones durante el proceso de redacción? Si hubo modificaciones, ¿a qué se debieron?
¡Sufrió innumerables modificaciones! Con deciros que lo que inicialmente era la primera página acabó siendo en torno a la doscientas… ¿Y a qué se debieron? Pues sencillamente a que la trama me pedía más madera…

¿Qué fue lo más complicado a la hora de escribir una novela como esta?
Yo soy una persona extremadamente metódica en casi todo lo que hago, y especialmente cuando escribo. Cada párrafo sufre innumerables modificaciones hasta que logro que quede como a mí me gusta. Eso ralentiza la escritura hasta lo indecible, y provocaba que, muchas veces, no fuese capaz de escribir más de media docena de renglones/día.

En una novela de fantasía es muy importante el mundo donde se desarrolla: sus paisajes, la época… ¿Qué tuvo en cuenta a la hora de crear su mundo? ¿Se inspiró en otros mundos fantásticos conocidos?
Lo primero que tuve claro, era que debía suceder en una época antediluviana, en la época en que los continentes aún no se habían separado y la Atlántida formaba parte de esa gran masa de tierra llamada Pangea. ¿El motivo? Muy sencillo: librarme del pesado lastre de la exactitud histórica o geográfica, al tiempo que me permitía hacer uso de criaturas imposibles de concebir en nuestra era.

En su web se puede encontrar algún mapa del lugar donde se desarrolla La espada de los druidas. ¿Es importante tener el mapa presente cuando se está leyendo la novela?
No es imprescindible en absoluto, pero ayuda a comprender los parajes a los que hace alusión la trama. Un detalle a modo de “extra” que creo que los lectores agradecerán bastante.

Hablemos ahora de los personajes. ¿Encontraremos los típicos de las historias fantásticas o se ha permitido algún tipo de innovación respecto a los clásicos del género?
Pues yo diría que encontraremos a los típicos de las historias fantásticas, pero con algún tipo de innovación a los clásicos del genero. Un ejemplo es el personaje de Ursus. En un mundo donde los orcos son unos seres extremadamente descerebrados y crueles, aparece uno de ellos que -por ciertas incógnitas que se desvelarán en la secuela que ahora mismo me encuentro escribiendo- no sólo es inteligente, si no también bondadoso. ¡Toma espolier!

Una vez que conocemos los aspectos principales de la obra, ¿cómo definiría su estilo a la hora de escribir?
Humildemente, creo que una de las mayores losas que perjudican al género de la Espada y Brujería (y que espantan a muchos lectores) es la enorme cantidad de personajes, linajes, ciudades, etc. que lastran las tramas hasta lo indecible. Yo conozco varias personas que han desistido de leer El Señor de los Anillos o Canción de Hielo y Fuego precisamente por esa tendencia. Yo intento escribir de un modo mucho más ágil y conciso, y aunque en mi novela puedan aparecer dos docenas de personajes, o
incluso más, prometo que no os vais a liar con ellos. Como digo, la trama está diseñada para que el lector viaje en una “montaña rusa” continua, con un ritmo desenfrenado que huye de deleitarse en grandes descripciones de mil y un personajes.

Escudo de Vulcania. Fuente: web del autor.

Todas las personas tienen referentes en aquello que les gusta. ¿Quiénes serían sus referentes literarios? ¿Se puede reconocer algo de estos autores en su obra?
Curiosamente, mis referentes literarios no son precisamente gurús de la Espada y Brujería. Me gusta mucho Stephen king (sobre todo el de los años setenta y ochenta) , y a nivel nacional, me encanta Alberto Vázquez-Figueroa. De hecho, mis libros favoritos son Misery (del primero) y Cienfuegos (del segundo). Y sí, yo diría que se puede reconocer algo de la influencia de ellos en mi novela. Por ejemplo, Vázquez-Figueroa es muy dado a coger a un adolescente prácticamente analfabeto (tal es el caso de Cienfuegos, o Piratas), e ir haciéndolo “madurar” a fuerza de palos, permitiéndole ir solventando con ingenio lo que otra gente mucho más culta no sabría como solventar. Hay mucho de eso en La Espada de los Druidas.

¿Existe la posibilidad de que haya una continuación de esta novela? De ser así, ¿qué nos puede adelantar?
La Espada de los Druidas es la primera parte de una saga titulada Las Crónicas de Vulcania. ¿Y por qué me decanté por partir la obra en una saga en lugar de solventarla en un solo libro? Pues básicamente por un tema de paginación. Tenía tanto que contar, que a medida que escribía me fui dando cuenta que La Espada de los Druidas iba a ser más larga que Los Pilares de la Tierra, y para un escritor novel, eso es un suicidio. Ninguna casa editorial apuesta por ti cuando no tienes nombre y les ofreces semejante tochazo. Y si optas por pagarte una autoedición, el precio de semejante cantidad de
páginas te deja temblando la cuenta bancaria. Por eso, en este preciso instante me encuentro escribiendo la secuela de la obra, y de momento… ¡te aseguro que el resultado me está encantando!

Todo escritor aspira a llegar al máximo número de lectores, pero ¿cómo se imagina usted a sus lectores? ¿Les asigna un perfil?
Yo creo que mi obra está orientada a un público a partir de 15 o 16 años, aún sin ser estrictamente literatura juvenil. Quiero decir que todos mis “lectores beta” superaban los 40 años, y uno incluso los 60, y me consta que la disfrutaron igualmente.

Suponemos que, gracias a las redes sociales, cualquier lector puede contactar con usted. ¿Qué le comentan de su obra? ¿Está preparado para todo tipo de críticas?
De momento, más allá de los seis o siete “lectores beta” no he recibido muchas críticas, porque debemos tener en cuenta que ahora mismo, el libro se encuentra en plena fase de maquetación y diseño. Parta el gran público, calculo que verá la luz entre finales de mayo o principios de junio. Y claro que estoy preparado para las críticas, siempre y cuando éstas sean argumentadas y constructivas. Si alguien quiere comentarme cualquier cosa, puede contactarme en Las crónicas de Vulcania.

Muchos escritores con los que hemos hablado se quejan de lo difícil que es la edición del libro. ¿Cómo fue su proceso de búsqueda de una editorial que apoyara su proyecto?
Yo, aunque de entrada estoy en desacuerdo con la mayor parte de “casas de autopublicación” (me parecen imprentas disfrazadas de editoriales), hago una excepción: Caligrama Editorial, ya que al pertenecer al grupo Penguin Random House te asegura una distribución internacional, así como escaparates permanentes en las webs de FNAC, Casa del Libro, El Corte Inglés, Amazon (aparte de su propia web). Creo que si la obra publicada con Caligrama tiene madera, hay muchas posibilidades de que los “ojeadores” de Penguin, que te aseguro que están ahí, en la sombra, te trasladen a uno de sus sellos de “primera división”. Y como no, yo confío 100% en la calidad de mi obra.

Para concluir, nos gustaría que recomendara a los lectores del blog la obra que usted considera imprescindible del género literario.
Aunque no sean exactamente de Espada y Brujería, los anteriormente citados Misery (de Stephen King) y Cienfuegos (de Alberto Vázquez-Figueroa). Son dos libros que me encandilan.