Hoy España se sumerge en el miedo a la libertad de información al estar prohibido publicar imágenes de cargas policiales, informar sobre convocatorias de protestas que no estén autorizadas, hacerse eco de filtraciones informáticas o consultar páginas webs cuyo contenido es considerado por la policía como terrorista. Hoy España no puede ejercer la libertad de expresión y manifestación porque serán multados los tuits de mal gusto u ofensivos, mofarse del rey, escalar edificios o monumentos como suele hacer Greenpeace, rodear el Parlamento u otras instituciones para expresar tu disconformidad con alguna medida o hacer protestas cibernéticas que puedan ser tachadas de terrorismo.
Hoy España se sumerge en el miedo a la libertad de información al estar prohibido publicar imágenes de cargas policiales, informar sobre convocatorias de protestas que no estén autorizadas, hacerse eco de filtraciones informáticas o consultar páginas webs cuyo contenido es considerado por la policía como terrorista. Hoy España no puede ejercer la libertad de expresión y manifestación porque serán multados los tuits de mal gusto u ofensivos, mofarse del rey, escalar edificios o monumentos como suele hacer Greenpeace, rodear el Parlamento u otras instituciones para expresar tu disconformidad con alguna medida o hacer protestas cibernéticas que puedan ser tachadas de terrorismo.