La esperanza de concebir en un año

Publicado el 27 agosto 2014 por Clara Ingeniera @mamaingeniera

Las personas que estamos en plena búsqueda de embarazo, nos agarramos a la estadística de que, en parejas sanas, tardar un año en concebir es totalmente normal.

Por más que busco y rebusco, no encuentro esas estadísticas como documento en si, pero googleando, he entrado en la web del Instituto Madrileño de Fertilidad, y he leído lo siguiente:

La definición clásica de infertilidad es la ausencia de gestación tras un año de relaciones no protegidas.

Vale. Para esto no estaba preparada. Llevo meses siendo consciente de que en Septiembre tengo una visita con la ginecóloga para hablar sobre fertilidad, y que comenzaríamos una estimulación ovárica. Pero ahí estaba Septiembre, aún por llegar.

Y ahora me encuentro con que ya ha pasado un año desde que comenzamos la búsqueda de embarazo y que este mes, es mi última oportunidad para lograrlo sin pertenecer a la “definición clásica de infertilidad”. Aunque en realidad llevamos 14 intentos, si hablamos en términos de ovulación y “sexy weeks”.

Sé que no es una carrera de fondo, y que si no lo consigo este mes, tampoco pasa nada, total, es un mes más entre muchos. Pero el significado de la palabra “infertilidad”, me aterra. Más adelante escribiré sobre esto, porque tiene chicha.

Haciendo referencia al título, yo he perdido toda esperanza. Ahora es cuando mis sospechas de que no somos una pareja reproductivamente normal, tienen sentido y serán escuchadas por el médico de turno (mi ginecóloga, vamos). Y si hay una cosa que tengo clara es, que si veo que esta señora pajarea, me buscaré a otro. Alguno que sea experto en fertilidad, que me haga las pruebas pertinentes y no de por hecho que “soy muy joven para que me pase tal cosa”, porque en temas de reproducción y gracias a vuestros blogs, he visto de todo.

¿Suena muy bajonero todo esto? No es mi intención. Creo que he desarrollado una especie de armadura y este tema lo empiezo a controlar. Aunque hay días que veo algún anuncio de bebés, o a una madre con su hijo en brazos y se me humedecen los ojos, mis pensamientos no son negativos, sino más bien positivos. Pienso en lo bonito que será cuando yo me vea así.

Algún día yo también seré mamá.