Pero aprovechando esta última visita a Japón y como recientemente la habían remodelado fui a hacerle una visita. Lo mas interesante de esta estación es su fachada exterior, que parece una estación típica de la antigua Europa mas que las prácticas y mas sobrias estaciones japonesas. Y además fue renovada hace poco para darle el esplendor que tenía en su origen, así que además de la gente habitual (que ya es mucha) había muchos japoneses curiosos sacando fotos con sus móviles.
Venir aquí solamente para ver la estación no tiene mucho sentido, pero si vas al Palacio Imperial o de compras por Ginza siempre se puede pasar por aquí a coger el tren de vuelta a casa.