Si a usted estimado lector le ocurre algo parecido…desconfíe. Posiblemente ni la rusa sea rusa ni las cartas lleguen de Rusia. Y la cosa no tiene nada que ver con amor, sino con dinero. El que intentan es conseguir un dinero muy fácil y sin riesgos, al contactar con algún hombre desesperado y solo, que solo busca una chica que llene su corazón a través de la red. Se trata de una pura y dura estafa, el entramado es sencillo, pero ingenioso. Los timadores toman fotos de jóvenes reales en redes sociales, y aprovechan esas imágenes de personas anónimas para crear decenas de perfiles falsos. Ya que internet permite ser lo que tú quieras ser, cambiando sexo, edad, nacionalidad y además se inventan una vida y una persona que no existe. Después solo tienen elegir a una atractiva joven de Europa del Este…y ya está el cebo preparado y comienza la caza del incauto.
Todo empieza mandando correos electrónicos en nombre de la chica, hasta que captan el interés de internautas de todo el mundo y los engatusan con cartas de amor prefabricadas, hasta el punto de hacerles creer que la chica en cuestión se siente atraída por ellos. A través de 'e-mail', la falsa chica, joven y hermosa, desnuda su alma poco a poco. Con un precario español más propio de un traductor electrónico que de una persona real, nos habla de su ilusión por salir de su país para conocernos y está dispuesta a dejarlo todo para viajar por amor. Es ahí cuando piden importantes sumas con la excusa de papeleos para el visado o para costear el trayecto, al final el afectado acaba sin chica y sin dinero.