La estimulación temprana

Por Celia Garabaya @britishbubbles

Ahora está de moda hablar sobre la estimulación temprana en los niños. Aunque en muchas ocasiones no se le dedique la misma atención a los niños de educación infantil que a los que están en primaria. Es cierto que la importancia de los desarrollos asociados a la edad comprendida entre el nacimiento y los 6 años. Son fundamentales y marcarán el resto de nuestras vidas. Podemos asemejarlo a poner las bases sobre las que se irá construyendo nuestra personalidad y relación con el mundo y la gente que nos rodea. Analizaremos las bases de la estimulación temprana, en que consiste y que herramientas tenemos para conseguir un mejor resultado en nuestros niños.

¿Qué es la estimulación temprana?

Se trata de una serie de técnicas y ejercicios que utilizamos en los niños menores de 6 años de edad, para mejorar sus capacidades o habilidades en cualquiera de las ramas o áreas que tiene que desarrollar o aprender el niño para ser capaz de desenvolverse en el mundo y con la gente que le rodea. Como su propio nombre nos indica. Tan solo consiste en una serie de actividades, ejercicios y juegos que buscan estimular al bebé o al niño antes de tiempo. Mejorando sus desarrollos o por lo menos adelantándolos en el tiempo.

¿Cómo funciona la estimulación temprana?

Más adelante analizaremos los diferentes desarrollos de los niños en función de las áreas a trabajar. Ahora vamos a ver por que utilizamos y como utilizamos los ejercicios y actividades que trabajan la estimulación temprana.

Antes de nada, hay que mencionar que no hay ningún libro en el que encontremos el momento exacto de los diferentes desarrollos. Por ejemplo, no hay una fecha exacta para que el niño comience a andar, o a hablar. Cada niño es diferente de los demás. Y debemos tratarle como único. Incluso hermanos que se han criado en el mismo ambiente son diferentes. Por que el mayor controlara esfinteres a los 17 meses. El hermano no tiene por que. Influyen muchas cosas. Y dentro de unos limites no hay ningún problema por que el niño lo haga un poco más tarde.

Así yo,  en la guardería siempre intento esperar a saber seguro que el niño está preparado para el control de esfínteres. Para empezar con él. Sé que si presionamos mucho al niño cuando aun no está preparado, a la larga puede suponer un problema más grave y que vaya marcha atrás. Yo creo que las actividades y ejercicios de estimulación temprana, sirven para acelerar y mejorar el aprendizaje de algunos conceptos y habilidades. Con lo que no debemos de ser muy estrictos con los tiempos que leamos en libros, revistas, blogs… Cada uno va a su ritmo y por lo general, aunque el niño empiece a andar más tarde que otros, no quiere decir que no vaya a andar nunca o que vaya a andar peor que el resto. Normalmente en este tipo de desarrollos llega un momento en el que se igualan.

La estimulación temprana, está basada en la repetición. Que si nos fijamos es el principal medio de aprendizaje de los niños. Podemos encontrarnos diferentes tipos de actividades para estimular al bebé y al niño. Y no hay unas reglas concretas que nos marquen exactamente lo que tenemos que hacer. Podemos decir que cualquier actividad, ejercicio y juego que tenga como finalidad el estimular el aprendizaje o las destrezas del niño, es parte de la estimulación temprana.

Los desarrollos de los niños.

Para poder entender como funciona y por que se realiza la estimulación temprana. Es importante que conozcamos un poco mejor todo sobre los desarrollos principales de los niños durante los primeros 6 años de vida.

Llamamos desarrollos a los conocimientos y destrezas que debe conseguir tener el niño en cada una de las diferentes fases. Como por ejemplo, empezar a hablar antes de los 24 meses del niño.

Los seres humanos, aunque animales, tenemos un gran número de diferencias con ellos. Así por ejemplo, habrás visto en muchas ocasiones como cuando nace un animalito y en tan solo cuestión de segundos, está andando, es capaz de ver, sabe llegar a su alimento… Vamos que por lo general los animales nacen con la mayoría de los desarrollos necesarios para su vida creados. Y será muy poco lo que tenga que aprender y mejorar a lo largo de la vida.

Los humanos en este sentido somos totalmente diferentes. A pesar de pasar unas 40 semanas en el vientre de la madre desarrollándonos y formándonos. Aun cuando nacemos, nos falta muchísimo para ser la persona que seremos. Ajenos al mundo que nos rodea, será a través de la experiencia que aprenderemos a relacionarnos con él. Y serán todos los estímulos que recibiremos durante los primeros años, los que nos marcarán y enseñarán. Digamos que es un aprendizaje basado en los estímulos externos. De ahí que a la técnica de acelerar el proceso del desarrollo, se la conozca por estimulación temprana en los niños.

Como todo  en este mundo, tiene su lógica. De hecho esta sutil diferencia hace que seamos posibles y superiores en desarrollo que cualquier otro animal sobre la Tierra. La clave está en que el desarrollo cerebral no solo se realiza dentro del vientre materno. Si no que la mayor parte se consigue cuando estamos en el exterior. Con un contacto directo. Lo que hace que nuestro conocimiento sea muy superior al de los demás animales.

Para que lo entendamos mejor, vamos a dividir los desarrollos que buscamos trabajar con la estimulación temprana, en función de sus áreas y vamos a ver una por una, en que consisten los primeros años de vida.

  • Conocimiento del entorno: Nos referimos al entorno a todo lo que nos rodea. Es evidente que no todos los entornos serán iguales, así dependerá de la cultura que vivamos, del idioma que escuchemos a diario, si vivimos en un sitio donde hace calor, o si hace frío… Debemos conocer todo tipo de materiales, como actúan con respecto a los demás objetos. Así por ejemplo, aunque los niños no entienden de física. Si son capaces de analizar diferentes materiales y con el tiempo sabrán si un objeto u otro caerá más rápido que el otro. Solo por la observación previa. Es importante en el conocimiento del entorno en la relación con las demás personas. Es el momento en que nuestro carácter se creará y todo lo que nos rodea influirá en nosotros de una u otra forma.
  • Conocimiento de uno mismo: Ahora cuando nos vemos en un espejo, nos reconocemos perfectamente. Conocemos el funcionamiento de todos y cada uno de los músculos que tenemos. Pero, hubo un momento en que esto no era así. En el que eramos incapaces de controlar nuestras manos para llevarnos una cuchara a la boca. Durante los primeros meses, debemos comenzar a controlarnos a nosotros mismos y conseguir una gran precisión en nuestros movimientos para conseguir movernos como ningún animal más puede hacerlo. Empezando por movimientos más bruscos y acabando por movimientos muy precisos para hacer labores complejas. Para ello tenemos que diferenciar en dos tipos de motricidad. La fina y la gruesa. La primera se ocupa de los movimientos de más precisión (meter un hilo por una aguja) y la segunda son los movimientos más fáciles como levantarnos de la silla, o simplemente andar. Pero para conocernos a nosotros mismos, no solo consiste en movernos con destreza. Sino que puede que lo más importante, sea que nos creemos una imagen de nosotros mismos. Saber como somos y como nos gustan las cosas. Es el único momento en que los niños pueden desarrollar la empatía. Con el tiempo, será más complicado.
  • Lenguaje: Una de las grandes diferencias entre los humanos y los animales. Es la capacidad que tenemos para comunicarnos los unos con los otros. Y esto se hace a través del lenguaje. La buena noticia es que nuestro cerebro está preparado para aprender sin ningún esfuerzo, siempre a través de la repetición y la relación. El problema es que en verdad el cerebro humano está preparado para aprender diferentes idiomas sin ningún esfuerzo, cosa que dejamos escapar y cuando somos mayores, es cuando intentamos aprenderlos. (Demasiado tarde).