Veamos los objetivos de Satanás:
1. Alejarnos de Dios por medio de métodos directos y también sutiles.2. Frustrar el propósito de Dios en nuestras vidas, tratando de que nos apartemos de la voluntad de nuestro Padre celestial.3. Negarle a Dios la gloria y la honra que le corresponden, lo cual hacemos con nuestras vidas de obediencia.4. Destruirnos en este mundo.
El padre de mentira (Jn 8.44) utiliza la falsedad, el engaño y la tentación para lograr sus propósitos, y ha elegido nuestra mente como campo de batalla. ¿Por qué razón? Porque la manera equivocada de pensar conduce a la conducta desobediente y obstaculiza el propósito de Dios. Las ideas erróneas producen sentimientos en nosotros que Satanás puede explotar para impedir nuestro avance espiritual.
Aunque pueden suceder reveses, los creyentes no serán derrotados “porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Jn 4.4). La Biblia dice: “llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Co 10.5). Haga esta oración de entrega: “Señor, te doy el control absoluto de mi mente. Indícame cualquier pensamiento que no esté de acuerdo con tu Palabra, y enséñame tu verdad. Amén”.
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