La estrategia del pequinés. Alexis Ravelo

Por Mientrasleo @MientrasleoS


     "Pues claro que algo salió mal en la recogida, pero no fue el contacto. Ese había cumplido: había dicho dónde -el nombre del barco, el muelle de atraque, el número y la letra del contenedor- y había dicho cuándo -el miércoles, a las ocho en punto de la mañana -: así que lo que había salido mal era el Rata. Marcos el Rata. El bobomierda que se había corrido una marcha del carajo con la pasta que Júnior le había adelantado; que no se había presentado a su hora al día siguiente en su puesto de estibador, ese puesto en el que el contacto le había asignado el contenedor de frigoríficos donde iba el gancho perdido con los dos kilos de polvo; el jodido gilipollas irresponsable que no había llegado al muelle antes de que Aduanas hiciera el registro aleatorio; la misma carroña inmunda que en ese mismo instante llevaban en la caja de la Nissan Trade de Felo, comiéndose una ensalada de guantazos."
     Así empieza el libro que hoy traigo, dando una clara muestra de lo que nos vamos a encontrar en su interior: acción. Lo cierto es que pertenece a una colección de libros con la que me estoy llevando muy buenas sorpresas y estoy descubriendo autores a los que seguir la pista. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, La estrategia del Pequinés.
     Tenemos un envío fallido que debía de llegar a Júnior, un traficante local de Gran Canaria. Cuando el envío falla, su jefe le pide el dinero y orquesta un golpe para así poder pagar. Contacta entonces con el Rubio, un hombre que dejó de delinquir para cuidar a su esposa enferma y que ve la oportunidad de pagarle mejores médicos con el dinero que saque. Este hombre formará un equipo de perdedores con una prostituta venida a menos y un parado al que llaman el Palmera que cree le pueden servir en su plan. Sin embargo, hay veces que las cosas salen mal, y cuando algo se empeña en salir mal... es difícil enderezarlo.
     La estrategia del pequinés es no amilanarse frente a otros de mayor tamaño y aprovechar cualquier despiste para atacar por un flanco y así sobrevivir. Y así piensan hacerlo los eslabones más bajos de este golpe para evitar salir malparados. Porque si pierdes un envío tienes un problema, pero si la solución pasa por robar dinero que pertenece a un "pez gordo" hay que tener mucho cuidado y aprovecharse de la situación, aunque sepas que estás en clara desventaja. De este modo y ya desde su título nos advierten que estamos frente a una novela de acción.
    No es una novela de buenos y malos. De hecho, si tuviera que definirla diría que estamos ante una novela de grandes perdedores situados en una de esas estructuras piramidales cuya cabeza es uno al que dicen el Turco. No hay detectives avispados ni tampoco periodistas buscando la noticia, ni soplos o arrepentidos que busquen redimirse. No trata de eso nuestra historia de hoy. Aquí el pequinés, el pequeño de una trama que se va envolviendo sobre sí misma, busca no ser destrozado por el perro grande que suele comerse al chico. Y lo hace sabiendo que no tiene muchas oportunidades, pero que una sola opción que tenga y pueda aprovechar, le puede servir para cambiar de vida. Y cualquiera de sus personajes darían lo que fuera por salir de la vida que llevan. Contada de una forma directa y sin florituras literarias, nos sumerge en los bajos fondos y las trasciendas para llevarnos a un buen ritmo por apenas unos días en los que hay que conseguir salvar la vida. Porque llega un punto en el que la motivación del lector es esa, descubrir quien será el pequinés que se salve... si lo hace alguno.
     Empiezo la semana con una novela ligera para leer en una o dos tardes ahora que se acerca el verano: párrafos cortos, descripciones escuetas y mucha acción. Y vosotros, ¿con qué libro empezáis la semana?
     Gracias