Como todos hemos leído en los periódicos, ¡con gran orgullo sabemos que son sinceros!, y hemos visto las imágenes por televisión, ¡que inspiran siempre una gran confianza y nos libra de la manipulación!, hoy vamos a hablar de las sabias y meditadas palabras pronunciadas por Rouco Varela en la conferencia episcopal. En efecto, el nuevo cardenal Richelieu ataca y se posiciona lejos de sus temibles mosqueteros. Una mofa, como siempre, como una obra cómica que nos produce hilaridad. Pues así es como me siento cuando escucho hablar a este siervo de Dios. Parece que Dios se vuelve cómico en el siglo XXI a través de las voces de sus pastores. No, para nada. Dios no es cómico pues eso es cosa de los hombres mortales. Sin embargo, el verdadero problema es que estos señores se creen que representan a Dios y Dios sabe que no lo representan. No me puedo imaginar que un Dios todopoderoso pierda su tiempo infinito en las sandeces de sus pastores. Cuesta imaginarse la verdad que el Creador del universo haya reparado unos segundos para ver la majadería y la locura de las palabras humanas. En efecto, tanto cuesta imaginar como entender que Dios pasa de todo. Seamos sinceros, si yo fuese Dios, me hubiese alejado del hombre hace mucho tiempo, y no firmaría patente alguna de su creación. Esto es, hubiese cogido el maletín y mi sombrero, y hubiese migrado a un universo paralelo intentando olvidar el estropicio creado en la tierra. Me imagino una conversación mas o menos de este modo:
-Disculpe señor, ¿Usted es el creador del hombre?
-Dios- ¡Cómo dices! ¿Me considera Usted imperfecto insensato holgazán?
-Para nada mi señor, es sólo que el hombre apela en tu nombre en imagen y en semejanza para justificar su existencia y sus acciones.
-¡Por mí como se si se van al carajo! No me responsabilizo de su estupidez.
Exáctamente me lo imagino así en una oficina de patentes de un mundo metafísico. Al igual que cuesta imaginarse este tipo de conversaciones, tan estúpidas por mi parte como las sandeces de sus siervos, cuesta entender cómo una institución religiosa, a la que hace tiempo, sino recuerdo mal desde hace unos siglos, se le dijo expresamente, que metiese su lengua y sus manos en los ladrillos de sus iglesias, y se dedicaran a predicar y no hacer política. Sin embargo, los pastores de Dios, no quieren vivir de las limosnas de su rebaño, y "se hacen el sueco" y de alguna manera consiguen siempre meterse en los asuntos públicos. Son tan hábiles con las manos como con su lengua bífida. Por eso, no es de extrañar escuchar declaraciones de estos sujetos, en especial, y ya que soy madrileño y español, me referiré a Rouco Varela, el cual, dice lo siguiente:
"Como Pastores del Pueblo de Dios, deseamos a quienes han sido elegidos para gobernar, en tiempos tan difíciles, acierto, serenidad y espíritu de servicio en su noble y decisiva tarea. Como siempre hace la Iglesia con los gobernantes, les ofrecemos el apoyo espiritual de nuestras oraciones y las de todos los católicos"
Hasta aquí, parece que no hay problema alguno, pues en efecto, solamente están dando su apoyo al nuevo gobierno. No cabe crítica alguna, a menos que, si se analiza con profundidad lo dicho por el arzobispo. "Como pastores del pueblo de Dios" En efecto, y como antes he dicho, seguramente Dios haya migrado y no porque la crisis haya llegado a su casa, sino por el horror de la estupidez humana. Estos señores llevan siglos y siglos creyéndose en posesión de cierta legitimidad bajo un estandarte tejido con hilo de oro, es decir, para que represente bien la riqueza y el poder de la Iglesia. Yo me cuestiono desde la infancia, exáctamente desde que entré en contacto con estos seres, la posibilidad de representación divina en la tierra. En efecto, era un niño, y como tal, curioseaba y me asombraba, y me preguntaba siempre como era ese señor que vivía en las nubes. Pero, sobre todo, cuando los pastores predicaban en sus misas mediante las palabras de caridad, justicia y bondad, me sonaba a chino. Como un niño pequeño que estaba recibiendo una educación religiosa, ya me cuestionaba por las raices de la misma. Y como un niño, desconfiaba, y desconfié hasta llegar a cierta madurez de entendimiento, y recordaba aquellas imágenes del pastor que se alzaba sobre las personas y que predicaba los valores que la misma Iglesia no se comprometía. Ya de por sí, fue quizá la imagen del mendigo en las puertas cristianas que pedía limosna y que sólo dos o tres personas se ofrecían a darle unas monedas y sin emabrgo me preguntaba cómo las personas depositaban monedas y billetes en una cesta que gustosamente acababa en las manos del cura. ¿Es que el cura era mejor que aquel mendigo? Y yo me preguntaba y me preguntaba en las posteriores visitas a la casa del señor, cómo ese andrajoso mendigo seguía postrado en la puerta, y cómo Dios permitía tales hechos cada domingo. Si tan poderoso era, podía hacerlo todo. Podía erradicar el sufrimiento humano y sin embargo, cada domingo era testigo de que no lo había hecho. Pues bien, de la singular anécdota que acabo de comentar y de la madurez intelectual que fui adquiriendo en los años siguientes, fue como me dí cuenta de que algo no andaba bien. Desde niño aprendí a cuestionarme las cosas establecidas, a mantener cierto juicio crítico aunque sea de forma infantil, pero que, gracias a esa actitud, puedo ahora de forma adulta, cuestionar con mayor profundidad eso que está establecido y el por qué está establecido.
Me di cuenta, por qué el representante de la Iglesia tenía tanta riqueza que podría alimentar toda la población africana, y en vez de eso, suele hacer visitas allí con fines políticos y de paso, a predicar sobre las maldades del preservativo. ¿Es que no supone esto una auténtica locura defender el sexo sólo para procrear y rechazar por ello el condón que tantas vidas puede salvar del SIDA? ¿Es que no hay nadie que en su sano juicio piense esto? ¿Es que la Iglesia permite, e incluso Dios permite que los pobres africanos se contagien del SIDA hasta el punto de que se erradique la población africana? ¿No hay aquí ciertos intereses ocultos de algún tipo, o es que no hay conciencia de las circunstancias sociales del pueblo africano con sus enfermedades, y se sigue predicando los escritos creados hace milenios? Sea como fuere, sigue siendo una auténtica locura la estupidez sin parangón del hombre medio.
Sin desviarnos más, seguiré pues analizando las palabras de este señor, que en mi sano juicio debería estar entre rejas reflexionando sobre su estupidez, en efecto, defiendo privar a los hombres de su libertad por su estupidez, sólo para que reflexionen y aprendan. Creedme, estarían las cárceles llenas de personajes que fundaron la crisis financiera, de los que matan y roban y de los que predican sobre la muerte y de los que se dejan llevar por las desfachateces. En fin, quizá me metan a mí antes en la cárcel por vivir en un mundo donde no se piensa ni se tiene en cuenta al Ser Humano ni las grandezas que puede y debe hacer, como por ejemplo, un mundo justo, libre, igualitario y bueno.
Cuando Rouco afirma serenidad, acierto y nobleza en el servicio que va a prestar el nuevo gobierno, y es más, cuando afirma que es una necesidad, lo que nos está diciendo es que la Iglesia va a respaldar cualquier decisión del gobierno conforme a la crisis y a las cuestiones sociales como, por ejemplo, devolver el viejo poder de la Iglesia en la sociedad. En efecto, la Iglesia apoyará los recortes sociales, en sus derechos, sólo Dios parece que debe tener derechos, ¡y sus siervos claro! Nunca olvidéis queridos lectores, que el mundo actual funciona por intereses, esto es, tú me das a mí, yo te doy a tí. Es esta la razón por la que Dios migró a otra dimensión, no quiere verse implicado en la estupidez humana. Siempre claro está, que Dios exista, porque eso es otra cuestión a discutir. Siguiendo pues con las declaraciones de este señor, también podemos ver lo siguiente:
"Tiene especial relevancia la realidad de una cultura matrimonial y familiar gravemente herida por el individualismo hedonista y el positivismo jurídico, a los que ha conducido el alejamiento de Dios y de la verdadera humanidad"
Este señor nos está diciendo que el mal del hombre del siglo XXI es que persigue gravemente los intereses indivuales. En efecto, y razón no le falta, pero tendría que preguntarse este mediocre personaje, si él mismo no busca sus propios intereses metiendo su lengua bífida en cuestiones políticas. Al igual que él considera depravado la voluntad individual del hombre, que solamente se preocupa de los fines hedonistas, habría que preguntarle qué es lo come come a diario, qué bebe, en qué coches viaja, cuánto dinero posee en su cuenta corriente, y cuánto poder ejerce sobre sus pastores. En efecto, solamente le preocupa que el hombre busque el sexo por placer, sólo le preocupa las tendencias sexuales de las personas, le preocupa que puedan ser libres y que por ellas mismas tomen sus decisiones. Sin embargo no le preocupa en absoluto todos los privilegios que posee y que de forma análoga, causan placeres, aunque no sean sexuales.
Si el hombre moral del siglo XXI es como describe Rouco con sus preocupaciones, ahora entiendo por qué la crisis es tan evidente y por qué el Ser Humano es tan ególatra en una cultura como la nuestra. Cada uno lucha por lo que quiere, por sus intereses, y este señor es el claro ejemplo de ello. Su clarificadora presencia es lo que ha hecho huir a Dios de su creación, pues los mismos seguidores "twitteros" manifiestan a diario las sandeces de la estupidez humana.
Rouco lanza al aire conceptos como positivismo jurídico y verdadera humanidad. En fin, comentar esto es comentar más de lo mismo. Obviamente se muestra contrario a los derechos políticos de la persona porque muchos de ellos contradicen a las obligaciones religiosas y por tanto de la Iglesia. ¿Cómo no va a estar en la posición contraria si él se rige por las normas de la Iglesia? Por ello, no tiene comentario alguno, porque por suerte o por desgracia, se comprende fácilmente que estos señores pastores capitalistas, quieren un rebaño más débil y explotado para manejar mejor a su antojo. En cuanto a la verdadera humanidad, que se lo pregunte él mismo sobre la pedofilia en las filas de sus sacerdotes. Claro está, que los hombres y mujeres puedan ser homosexuales representan estos mismos a una humanidad depravada, mientras que, los sacerdotes, al mismo tiempo, y los curas también, pueden aprovecharse de las inocencias infantiles y abusan de forma depravada sus cuerpos, esto es para Rouco, verdadera humanidad. Como veis, algo no encaja, algo no cuadra, y más motivos hay para pensar en la mudanza del Señor.
Para concluir, como es obvio, tiene que meter mano en la educación pública y tiene la fe de que el nuevo gobierno cambie la asignatura tan odiada como lo es la Educación para la ciudadanía. En especial no tengo conocimiento sobre el temario que se imparte en esa asignatura, pero si sé perfectamente que es muy odiada por las gaviotas y los pastores. Algo tendrá que ver con todo esto. Sin embargo, y vuelvo a decir, este señor solamente mete su lengua allá donde puede sacar beneficio propio y para su Iglesia. No opera en el beneficio de la humanidad y para nada busca su interés general. Critica con fuerza la individualidad de los hombres y mujeres y sin embargo él no se incluye. Porque como todos ellos, los de su calaña, siempre se han creido mejores que los demás, y siempre creerán que poseen una posición privilegiada con respecto a la humanidad, por eso se consideran pastores que guían a sus rebaños. Piensan que representan un Dios y apelan a la creencia para doblegar las mentes débiles. No saben hacer otra cosa, y miréis por donde miréis, os daréis cuenta que no saben para nada hacer otra cosa mas que mandar, dictar, y enriquecerse de poder y dinero.
Harto ya de criticar a este imbécil, os dejaré más abajo el vídeo en el que expone sus brillantes ideas que atestiguan aún mucho más si cabe, la estupidez humana. Si Dios existiera y fuese justo, desde luego que hubiese mandado hace tiempo unos cuantos rayos al "estilo Zeus" contra esta estirpe de politicuchos religiosos. Pero como no ha sucedido, da evidencia de que no existe o que quizás hizo las maletas y no quiso saber más sobre el Hombre.