La etapa del no

Por Gabriel Benítez @BrazosMi

Aún, al niño le quedan unos meses para llegar a los dos años. Sin embargo, ya ha llegado a la etapa del no. Los expertos dicen que, tarde o temprano, todos los niños pasan por esta etapa. Lo hacen para forjar su personalidad. Y, mientras tanto, a los padres nos traen de cabeza.

¿En qué consiste la etapa del no?

Podéis estar tranquilos, que os vais a dar cuenta en cuanto la tengáis delante:   - Vamos a bañarte.
   - No.
   - Vamos a la calle a jugar.
   - No
   - ¿Quieres comer esto?
   - No.
Y, encima, dad las gracias si a estas negaciones no les sigue un berrinche. En mi caso, la cosa se queda en un no. Aunque, muchas veces, después es que sí. Parece que lo dice sólo por llevar la contraria, por quedar por encima, como echándonos un pulso. Como padres, dejaremos que construya su personalidad sin llegar al tira y afloja de “esto se hace porque lo digo yo”, pero sí teniendo la última palabra y decisión. No queremos que se nos convierta en un mini-tirano.

¿Cuántos tipos de no hay?

Acabo de hacer referencia al noque es que sí. Parece que lo dice por costumbre, automáticamente, sin esperar a que acabe la frase. Dice que no, pero extiende la mano para que le dé lo que tenga cogido en ese momento.
Otro no lo dicen los críos cuando están somnolientos o cansados. Ya no quieren nada, sólo relajarse y dormir, así que todo es no.
Un tipo más de no es el que precede a una rabieta. Te pasas la tarde en el parque entre toboganes, columpios y chucherías y, a la hora de cogerlo en brazos para subirlo al carro y volver a casa, ahí lo llevas: “¡Carro, no!”. Acto seguido, os deleitará a ti y a todos los presentes con su correspondiente berrinche. Este no, yo lo tengo controlado. Sólo tengo que decirle lo que vamos a ir viendo por la calle de vuelta a casa o lo que vamos a hacer cuando lleguemos y se conforma, no pone impedimento.

¿Cómo lidiar con la etapa del no?

No te queda otra que mantener la calma y ser firme. En cosas sin importancia, que conteste un nosi quiere, se lo dejaremos pasar. Pero en otras situaciones, deberemos imponernos persuadiéndolos para llevarlos a nuestro terreno, nada que sea a la fuerza ni con malos modales.
Y tú, ¿has experimentado ya esta etapa? ¿Cómo la sobrellevaste?