La ÉTICA detrás de la ESTÉTICA: Pablo IGLESIAS acaba con su carrera política

Podría parecer un cotilleo que todos nos pongamos a opinar sobre la reciente adquisición por parte de un político de una casa de lujo en la Sierra Noroeste de Madrid, la zona más cara y elegante de los alrededores de la capital. Pero no. Esta noticia ha sido una bofetada moral a todos sus votantes. Porque toda estética expresa unos valores morales. Y lo que expresa ese casoplón de Galapagar es el pijerío más infumable que uno se pueda imaginar. Ese chalet es la típica residencia de un alto ejecutivo de multinacional pagada por la empresa, con coche con chófer, jardinero fijo (toda la parcela recortada con tijerita de uñas, sin una hoja ni rama fuera de su sitio, una piscina muy grande de limpieza diaria, y un huerto!!), cocinera y doncella, con cuarto de plancha... Y en el garaje un Tesla, un descapotable y un BMW todo terreno para ir de caza...
Desde la extrema izquierda a la extrema derecha, todo el espectro político y social se ha quedado con la boca abierta porque el espectáculo es de un descaro y de un cinismo rayano en la sinvergonzonería.
Pero así es la luz que está llegando. Una prueba más que terminó el Kali Yuga: ya nada se puede esconder. Ahí está la verdad de quién es en realidad el coleta: un arribista, un trepa, un aprovechado, un cínico, un mentiroso, un envidioso y un nuevo rico que babea con las casas de los famosos que salen en  Hola y que, en menos de 4 años, ha conseguido comprarse su mansión de millonetis, justificándolo como que es un "proyecto de familia" porque "quiere lo mejor para sus hijos"... ¿y lo mejor para sus hijos es el pijerío de los nuevos ricos?
No sabe que ha firmado su sentencia de muerte política. Lo van a defenestrar sus propios votantes y compañeros de partido que guardan un denso silencio desde que saltó la noticia.
El azote de la casta, el neotrotskista de Vallecas, el representante del pueblo se ha comprado, dicen, la casa de nuestros sueños. Pues no, yo no quiero esa casa ni regalada porque, primero, me parece super pija de nuevo rico de Casa Decor, a mí me gusta hacer la casa yo, no que me la den ya decorada. No tiene el encanto de las casas hechas con cariño e historia, se nota el look de empresa de decoración. Además,  mantener esa casa es un esfuerzo, un trabajo, una responsabilidad y una fortuna que no me compensa.   Pero estoy segura que estos dos hipócritas no saben donde se han metido. Porque además, es más que probable que vayan a hacerle escraches ahora que se sabe la dirección exacta de la casa.
Según nos decía Pablo, los podemitas sólo cobran tres veces el salario mínimo, el resto lo dan a los necesitados... Es decir que en su casa no entran más de 4.400 €.  No me lo creo. Otra mentira.
Las cuentas de su nido de amor:
1600 € hipoteca (mentira)
1000 € mantenimiento jardín/piscina/huerto (Pablo, en negro ya no puedes, ojo)
1200 € chica interna para los gemelos declarada
1200 € limpieza/cocinera/plancha declarada
700€ calefacción
Ya estamos en 5700 € y aún no hemos empezado a vivir.
Y faltan:
seguros de dos coches
gasolina/reparaciones  (en el Congreso te darán una dieta por no vivir en Madrid, pero no puedes quedártela, recuerda, hiciste tu voto de pobreza podemita anticasta)
electricidad (de la casa y la parcela)
alimentación/ropa/viajes
seguro de la casa
IBI
arreglos de la casa, tejado, vallado...
imprevistos
Son unos 10.000 euros.
Ya has hablado, desalmado, de lo que heredarás cuando se mueran tus padres pero me temo que vas a tener que venderla, porque esta decisión ha sido tu sentencia de muerte política, y tal vez, incluso, personal. Y cuando dejes de ingresar tu sueldazo de diputado, a ver de qué vives. Esta casa te la has comprado gracias a tus engañados votantes pero también con los impuestos de todos los que estamos hartos de tanta mentira.
El tiempo dirá.