Que yo sepa, el alumbramiento es normalmente doloroso en una sola de los millones de especies animales que pueblan la tierra: la del ser humano. Posiblemente ello sea consecuencia del reciente e incesante incremento de la capacidad craneal. El cráneo de los hombres y mujeres de nuestros días posee doble capacidad que el cráneo del H. habilis. El alumbramiento es doloroso porque la evolución del cráneo humano ha sido espectacularmente rápida y reciente. El anatomista norteamericano C. Judson Herrick aludió al desarrollo del neocórtex en los siguientes términos: "Su formidable crecimiento en la última fase filogenética constituye uno de los ejemplos más llamativos de transformación evolutiva que conoce la anatomía comparada". El cierre incompleto del cráneo al nacer, la hendidura de la cubierta ósea llamada fontanela, es con toda probabilidad una adaptación imperfecta a esta reciente evolución del cerebro».
Los dragones del edén (1978)
[Extracto del libro escrito por Carl Sagan]
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