Un cuello es extremadamente importante. Si no, vean a estos animales...
En fin. A resumidas cuentas, un cuello sirve para:
1) Poder girar la cabeza (duuuh), ampliando el espacio de movimiento de la misma.
2) Hacer eficiente el forrajeo (incluyendo la captura de presas).
3) Mejorar la biomecánica de la alimentación (se puede tirar del alimento).
4) Colocar la cabeza (y sus órganos sensoriales) en posición, sin necesidad de mover todo el cuerpo.5) No ser buleado como Cuauhtémoc Blanco.
Pero ¿son los cuellos monofiléticos? Es decir, ¿el cuello apareció sólo una vez en la historia evolutiva? La respuesta es... NO. Además de los vertebrados tetrápodos (que somos los únicos con cuellos), existen otros animales con "cuello" (entrecomillado, porque no es homólogo, es decir, no tiene el mismo origen evolutivo). Entre los cuellos análogos (diferente origen evolutivo, función similar) al nuestro encontramos:
Pero ¿y en los vertebrados? ¿el cuello si es monofilético verdad? Pues resulta que de nuevo, no. Pero antes de que se escandalicen y se vayan a rezar varios rosarios seguidos, permítanme aclarar que el cuello de todos los tetrápodos vivos (y sus formas extintas) tienen un único origen. Lo que sucede es que hubo un "experimento evolutivo" (así nos gusta decirle a lo que no es como nosotros muajaja) de cuello hace millones de años, en un grupo extinto. Se trata ni más ni menos, de los placodermos. Y en específico, el grupo de los Arthrodira y con menor representación, los Acanthothoraci y los Petalichthyida. Veamos.
A pesar de que los placodermos eran muy inovadores con eso del cuello, la fertilización interna, las columnas vertebrales sin centros vertebrales y las mandíbulas... No fueron estos vertebrados los que legarían el cuello a los tetrápodos. No señor, el cuello llegaría de manos de los peces de aletas lobuladas, los sarcopterigios.
Entonces, los sarcopterigios tienen músculos homólogos a los de los cuellos. ¿Qué les falta? La diferenciación de vértebras. En la mayoría de los tetrápodos podemos distinguir zonas vertebrales por su funcionalidad y una de las más importantes es la zona cervical. Observando el registro fósil podemos ver que algunos sarcopterigios como Mandageria fairfaxi ya presentan "protocuellos". Para distinguir la zona del cuello debemos tener presente que éste se presenta como una zona diferenciada entre la cabeza y la cintura pectoral. Literalmente, los vertebrados sin cuello tienen la cabeza fusionada a la cintura pectoral (imagina tener la cabeza fusionada a las clavículas).
El primer sarcopterigio donde ya no vemos esa fusión es ni más ni menos que Tiktaalik roseae. Este chiquitín tenía una zona cervical y es el primer pez con cuello conocido del registro fósil y cuyo cuello es homólogo al nuestro y al del resto de tetrápodos.
Dado lo anterior, podemos rastrear el origen del primer cuello a hace al menos 380 millones de años, durante el Devónico tardío. De ahí en adelante, los tetrapodomorfos y tetrápodos tendrían sus cuellitos. Algunos los llevarían al extremo aprovechando su funcionalidad.
Y ni qué decir de otro grupo de animales de cuellos largos que casi no son recordados por su pudor en esconder sus dotes.
Y hablando de cuellos largos... Quizá los más famosos sean los de los sauropodomorfos.
Y bueno, tenemos entonces, plenitud de cuellos largos con distintas funciones que permitieron y permiten que sus dueños aprovechen de mejor forma los recursos, ya sea en el forrajeo (búsqueda de comida) o para poder eficientar la energía consumida en moverse.
Así que la próxima vez que piensen en el cuello sabrán que no sólo es algo para adornar con collares, tiene muchas funciones que a veces ignoramos y ha pasado por muchos procesos de transformación en muchos taxones, haciéndolos únicos. Y todo esto gracias a que un grupo de peces desprendió la cabeza de los hombros hace ya 380 millones de años.
Fuentes:
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Daeschler, E. B., Shubin, N. H., & Jenkins, F. A. (2006). A Devonian tetrapod-like fish and the evolution of the tetrapod body plan. Nature, 440(7085), 757-763.
Ericsson, R., Knight, R., & Johanson, Z. (2013). Evolution and development of the vertebrate neck. Journal of anatomy, 222(1), 67-78.
Shubin, N., Daeschler, E. B., & Jenkins Jr, F. A. (2015). Origin of the Tetrapod Neck and Shoulder. En: Dial, K. P., N. Shubin y E. L. Brainerd (Eds.) Great Transformations in Vertebrate Evolution. 63p.
Trinajstic, K., & Long, J. A. (2009). A new genus and species of Ptyctodont (Placodermi) from the Late Devonian Gneudna Formation, Western Australia, and an analysis of Ptyctodont phylogeny. Geological Magazine, 146(05), 743-760.
Taylor, M. P., & Wedel, M. J. (2013). Why sauropods had long necks; and why giraffes have short necks. PeerJ, 1, e36.