La Excomunión de León Tolstoi

Publicado el 15 julio 2013 por Angel Esteban

La Excomunión  de León Tolstoi (Lev Tolstói)

“Las Iglesias son iguales en todas partes, y si la católica, anglicana o luterana no tienen a mano a un gobierno tan sumiso como en Rusia, no es por falta de ganas. La Iglesia, como Iglesia que es, y sea cual sea su denominación – católica, anglicana, luterana, presbiterianas – no puede dejar de aspirar conseguir lo mismo que la rusa, ni de ocultar el verdadero sentido de las enseñanzas de Cristo, sustituyéndolas por otra doctrina que no les compromete a nada, que excluye toda posibilidad de comprender  la auténtica y vital enseñanza de Cristo, y, lo más importante, que justifica la existencia de sacerdotes que se alimentan a costa del pueblo” (León Tolstoi)

En una nota de prensa difundida en 1901 se podía leer: “El conde León Tolstoi, a su avanzada edad de setenta y dos años, ha caído bajo el peso de la excomunión de la iglesia ortodoxa rusa. En la cumbre de su fama, alcanzada con ‘Ana Karenina’, el anciano y famoso escritor se arrepintió de las obras que le habían valido tanto éxito, abandonó el campo meramente literario para dedicarse a desenvolver los problemas religiosos y la filosofía moral, por lo que sus recientes libros, en los que sostiene que nunca es justificable el ejercicio de la fuerza, han merecido la más completa desaprobación de los miembros de Sínodo ruso, hasta el punto de haber hecho pública su excomunión en términos escandalosos, el texto de la cual ha sido publicado en todos los periódicos europeos”. (1)

Con el párrafo anterior se concretaba la excomunión de Lev Nikolayevich Tolstoi, el más grande de la literatura rusa de los siglos XIX y XX, por parte de la sacrosanta Iglesia Ortodoxa Rusa y a manera de castigo por desviarse de la doctrina sostenida por dicha institución. Tolstoi, anarquista cristiano y polémico escritor quien renunciara a la fama y gloria que le otorgaran sus novelas, quedaba excluido – sin que le preocupara mucho – de participar en los sacramentos de la religión a la cual pertenecía en esta oportunidad de la iglesia ortodoxa rusa. Tolstoi vivía en aquel entonces una profunda crisis existencial que como hombre lo llevó a buscar radicalmente a Dios, no desde el punto de vista de la religiosidad de la iglesia sino a través de una relación personal y espiritual con el Supremo.  Concibió, en su búsqueda personal, un cristianismo depurado de las arcaicas estructuras y dogmas eclesiástico. Tolstoi utilizó su fama y prestigio mundial no solo para enfrentarse al sistema político de la Rusia zarista sino que también criticó y atacó a la iglesia ortodoxa rusa, instituciones que consideraba corruptas y perpetuadoras  de la esclavitud e ignorancia de la sociedad al apoyar la violencia entre los hombres para mantenerse en el poder.

“Después de una grave crisis espiritual, que ocurre cuando cumple 50 años y que cuenta en su novela ‘Confesión’, comienza a predicar un nuevo cristianismo que le hace renegar de su obra de escritor, y lo enfrenta a la iglesia oficial. Se va hundiendo cada vez más en una oposición radical a todas las instituciones políticas, militares y judiciales del mundo contemporáneo, a las que considera contrarias al principio fundamental de su cristianismo: no utilizar la violencia contra el mal.” (2)

 Cien años después del la excomunión de Tolstoi, la iglesia rusa aún sostenía que “pese a la elevada valoración de las obras de León Tolstoi, su excomunión no puede ser revocada, porque fue él mismo quien apostató, según la Iglesia Ortodoxa rusa.”  “La decisión del Sínodo Sagrado del 20 de febrero de 1901 no hizo más que reafirmar el hecho consumado de que el conde Tolstói había apostatado de la Iglesia y había roto con ella, lo que él mismo estaba enfatizando en cada ocasión”, explicó el portavoz del Consejo del Patriarca para la cultura, respondiendo a la carta del presidente de la Unión del Libro de Rusia, Serguéi Stepashin. (3)

 “Sus declaraciones y actuaciones en contra de la Iglesia fueron aborrecibles para la mentalidad ortodoxa. Además, sus actividades en las últimas décadas de vida, lamentablemente, fueron verdaderamente destructivas para Rusia, a la que amaba. No es una casualidad que el líder bolchevique [Lenin] apreciara tanto ese ámbito de actividades de Tolstoi y le describiera como ‘el espejo de la revolución rusa’”, agregó Stepashin. “La iglesia siempre ha tenido una actitud compasiva hacia el trayecto espiritual del autor. No hubo ningún anatema o maldición ni antes ni después de su muerte, contrariamente a lo que afirmaban hace cien años y todavía afirman los historiadores y periodistas sin escrúpulos. La gente cristiana sigue admirando el talento literario de Tolstoi, pero al mismo tiempo sigue rechazando sus ideas anticristianas”. (3)

Luego de más de cien años Tolstoi sigue siendo conocido por Ana Karenina, La Guerra y la Paz, y La Muerte de Ivan Ilich, en tanto que las obras que contienen sus observaciones y opiniones con respecto al cristianismo y la iglesia son menos conocidas. Aunque su supuesta apostasía no buscaba más que corregir los errores y desviaciones de una iglesia corrupta, difícilmente se podría decir que sus libros eran anticristianos, más bien todo lo contrario, como fácilmente se puede comprobar al leer El Reino de Dios está en Vosotros. Sin embargo hoy como ayer no hay mucho espacio para el pensamiento crítico dentro de las instituciones que controlan el poder establecido.

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Con citas de: (1) Llorenç Vidal, León Tolstói en el primer centenario de su excomunión,  Última Hora, Palma de Mallorca, 30 de abril de 2001 / (2) RT Actualidad. Publicado: 8 noviembre 2010 / (3) RT Actualidad. La iglesia ortodoxa no puede revocar la excomunión de León Tolstói. Publicado: 18 noviembre 2010