En el mes de Octubre del año 1788, el rey Carlos III da luz verde a la propuesta de los capitanes de fragata de la armada española, Alejandro Malaspina y José de Bustamante de realizar una expedición con fines científicos y políticos alrededor del mundo. Comienza la que probablemente fue la más brillante y audaz expedición de todas las que fueron organizadas por las potencias europeas en el contexto del impulso científico y descubridor que supusieron las ideas de la ilustración.
El Reino de España, tuvo que reaccionar ante la intensa actividad exploradora desarrollada por otras potencias, especialmente Inglaterra y Francia, así como ante la amenaza colonizadora en las costas del pacífico norte por parte de Rusia e Inglaterra. No olvidemos que el tratado de Tordesillas, todavía en vigor otorgaba a España derechos territoriales en esas latitudes.
El proyecto contó con las corbetas gemelas Descubierta y Atrevida para llevarlo a cabo, y los preparativos se realizaron con extrema premura, de tal modo que en menos de un año los barcos estaban dispuestos para zarpar, con todo lo necesario a bordo. El 30 de Julio de 1789, parten las naves desde el puerto de Cádiz rumbo a las Islas Canarias.
Los objetivos de la expedición eran aportar nuevos conocimientos en los campos de la zoología, botánica, geografía y geología, realizar observaciones astronómicas y hacer cartas hidrográficas en regiones remotas de los territorios americanos, así como cartografiar zonas costeras inhóspitas. Para ello la empresa contaba con científicos, naturalistas y dibujantes de primera línea tanto militares como civiles, hombres como José del Pozo, José Guio, Fernando Brambila, Tomas de Suria, Luis Nee, Antonio Pineda y Tadeo Haenke. Es un dato poco conocido que la España de Carlos III dedicaba a la investigación científica muchos mas recursos que cualquier otro país europeo. Además de los propósitos meramente científicos, se encargó a Malaspina, realizar un informe de carácter político sobre las instituciones coloniales españolas.
El 20 de Septiembre llegan a Montevideo, siguiendo por la costa patagónica atlántica hasta las Islas Malvinas, doblaron el Cabo de Hornos y exploraron la costa patagónica del Pacífico hasta la Isla de Chiloé, después continuaron rumbo norte, llegan a Valparaíso, Santiago de Chile, Arica, El Callao, Guayaquil y Panamá hasta Acapulco, reconociendo el litoral en todo su recorrido. Desde allí continúan hacia el norte con el objetivo de buscar el mítico Paso del Noroeste -que se suponía entonces mucho mas al sur-, mientras los barcos navegan por las frías aguas del Pacífico Norte, un grupo de naturalistas se queda en México para recolectar especímenes y realizar diferentes observaciones. Las corbetas llegan hasta la bahía de Yakutat en Alaska y al estrecho Prince William, donde se dan cuenta de que no hay tal paso hacia el Atlántico. Regresan a Acapulco para reagruparse pasando por el asentamiento español de Nutka en la Isla de Vancouver y por Monterrey en California. La expedición puso rumbo al Pacífico sur y después de navegar por las Islas Marshall y por las Marianas, llegan a Manila, donde se separan las dos naves, la Atrevida se dirigió al Mar de China y la Descubierta exploró las Islas Filipinas. Reunidas de nuevo después de la estación monzónica en Septiembre de 1792, navegan por las Islas Célebes y por las Islas Molucas para posteriormente dirigirse a Nueva Zelanda, donde realizan diversos trabajos cartográficos. Su siguiente destino Nueva Holanda y la Isla de los Amigos (Tonga) donde disfrutan de un paradisíaco descanso en compañía de los nativos.
Después de su periplo por Oceanía regresan al puerto de El Callao y tras recorrer de nuevo las costas de América Meridional realizando numerosas observaciones llegan de nuevo a las Islas Malvinas, es el año 1794. En este punto la corbeta Atrevida al mando de José de Bustamante, se separa de su gemela para verificar algunos descubrimientos en los archipiélagos antárticos occidentales, después de volver a reagruparse ya definitivamente, regresan a Cádiz, donde arriban el 21 de Septiembre de 1974. No han dado la vuelta al mundo pero han realizado una ingente labor de exploración en América, Asia y Oceanía.
La cantidad de material recopilado durante los cinco años que duró el viaje, fue impresionante, la mayor sin duda de toda la historia de la navegación científica española. Poco sin embargo fue dado a conocer, debido a los problemas políticos que tuvo Alejandro Malaspina posteriormente. No es hasta bien entrado el siglo XIX cuando el teniente de navío Pedro de Novo, lo hizo público en toda su dimensión, reconociéndose la magnífica labor que se hizo en aquel largo y provechoso viaje.
Hasta el pasado siglo, la Historia no ha puesto a la Expedición Malaspina y Bustamante en el sitio que le corresponde, los ambiciosos objetivos de superar los logros científicos de ingleses y franceses fueron cumplidos sobradamente. Toda la información generada y el material recopilado por esta expedición de hombres ilustrados es hoy día imprescindible para tener la fotografía completa de una importante porción del antiguo imperio español.
Pepe
Follow @InshalaBlog