Desde la terraza de la escuela
Durante siete días he contestado infinidad de veces estas preguntas: ¿De dónde eres? ¿Cuánto tiempo estarás en Malta? ¿Dónde te estás quedando? ¿Volaste desde tan lejos para estar aquí solo una semana? ¿En serio viajas y escribes? Uno va por ahí, con aire despreocupado, contando la vida como quien dice que va una tarde a ver el mar.
Vine a Malta, por una semana, invitada por la escuela de inglés Elanguest. La oportunidad era maravillosa, pues ya que estaría viajando un tiempo por Europa, podía darles una fecha y dedicarla a los estudios, a mejorar el inglés (algo que nunca está de más). Sería divertido volver a un salón de clases, conocer otras personas y trabajar en equipo. Y no me equivoqué.
La escuela me dio la facilidad, al igual que al resto de sus estudiantes, de alojarme en un apartamento con todo lo que se necesita: cuarto, baño, sala, cocina, calefacción, agua caliente, televisor, internet gratuito e ilimitado. Al parecer tuve suerte, me tocó el apartamento de la terraza, con la vista entera de St. Julians, el sitio donde queda la escuela apenas a una cuadra. Cuando se estudia aquí también es posible alojarse en una casa de familia y así estar practicando inglés todo el día.
Mi apartamento por una semana
Durante una de las clases
Una vez te entregan las llaves del apartamento, eres responsable de su cuidado. Las clases son puntuales: el primer día debes presentar un examen escrito y oral para que te puedan asignar un nivel. Consideraron que yo debía estar en Advance Speaking, así que entré al salón de clases con curiosidad absoluta. Coincidimos allí ocho personas de distintos países: Italia, Rusia, Holanda, Austria, Alemania, Eslovaquia, Francia y Venezuela. Ocho acentos y vidas distintas que estuvimos conversando por una semana todo lo que se le ocurriera a Andrea, el profesor.
Cuando llegas a la escuela, te dan una charla breve sobre sus instalaciones y metodología: si no te sientes a gusto en el nivel asignado, puedes pedir cambio; cualquier duda la resuelves en el segundo piso; tienes facilidades para hacer tours por Malta, desde ir a la capital o las islas de Gozo y Comino, hasta montar a caballo, ir a una fiesta en un bote o visitar la ciudad de Mdina. Sus planes cambian semanalmente y se esmeran porque el estudiante esté enterado de lo que pasa. Además, puedes solicitar una tarjeta que te da descuentos en algunas tiendas y una tarjeta Sim, con un número maltés para que te puedas comunicar. Y es gratis.
St. Julians desde el apartamento
De esta semana en Malta me llevo en la maleta un montón de palabras y expresiones que no conocía; la certeza de que no importa de que país seas, a la hora de querer expresarnos siempre vamos a encontrar la manera y me llevo también la brisa del Mediterráneo junto al paisaje de esta isla que ya me dejó con ganas de volver.
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