Un cuento terroríficamente divertido. Una historia llena de sorpresas en una noche oscura de rayos y tormenta en la que una una viejecita recibirá una extraña visita. "Una viejecita que sola vivía siempre deseaba tener compañía y todas las noches, muy triste y marchita se sentaba a hilar, esperando visita. Ella hilaba e hilaba y esperaba y esperaba, pero la visita no llegaba". Así comienza este divertido cuento rimado, en medio del bosque y con un monstruo a las puertas. Una historia acumulativa de misterio, mucho suspense y ¡terror!... Una historia sobre extrañas amistades, con un sorprendente final.
Editorial: Libre Albedrío (2021)
Nº de páginas: 36
Formato: Tapa dura
ISBN: 978-8494630880
Precio: 15,20 €
Tanto monta, monta tanto. Letras y pinceles, combinados en una delicia de álbum ilustrado que alcanza su séptima edición como si el tiempo no hubiese pasado. La culpa la tienen los autores y el mecenazgo y buen hacer de la editorial Libre Albedrío, una combinación que funciona muy bien.
Se trata de otro de los libros que he podido disfrutar en estas fechas de brujas, monstruos y seres extraños. En este caso es una pobre viejecita la protagonista de una historia que se presta a... todo. La viejecita podría llamarse Penélope y haber declarado a voz en grito que esperaba a Ulises, pero no, lo que hacía ella allí en ese barrio tan tenebroso era otra cosa, o no...
Los dibujos, las ilustraciones, nos transportan a otro mundo, mágico, quizás no tan irreal como pudiera parecer en un principio. Ante la abuelita sentada en la mecedora ocurre lo que nunca esperó. Porque ella esperaba y esperaba una visita... y esa visita, llegó. Un espantajo que aspira a ser el lobo de caperucita y en cambio la historia se tuerce para volver a mostrar el comienzo, invertido de la historia, perfumada y peinada como sólo las viejecitas, las abuelitas, saben hacerlo.
Sé de buena tinta que este cuento se presta a la declamación de narradoras extrovertidas, que ven en sus líneas la oportunidad de realizar los cambios pertinentes que conducen a la diversión. Los niños lo agradecen y luego comparan y descubren las diferencias de quien cuenta y de lo que es contado. Porque un libro es un puzle moldeable, un precioso juguete con el que colmar las expectativas, las ilusiones, los anhelos de grandes y pequeños.
Se trata de otro título que añadir a la biblioteca creciente de quienes comienzan su andadura lectora o de aquellos que sienten que la están de vuelta, volviendo a ser niños una y otra vez. El secreto reside en la imaginación, y está es zarandeada por la palabra y la imagen, perfectamente combinadas. Tonos fríos de la tarde y de la noche porque el miedo se intuye para desaparecer inmediatamente, justo cuando la comedia toma las riendas de la trama, curiosa y eficaz, bonita, deliciosa.
Imaginemos de nuevo. Ya lo hemos hecho otras veces. La tarde desapacible se viste de tormenta y los truenos y rayos nos hacen encogernos en el sofá. La mecedora se mueve al ritmo con el se produce el ulular del búho. La puerta se abre y entonces...
... Entonces disfrutaremos, claro que sí, porque sabemos hacerlo y estamos predispuestos.
Espero, de todo corazón, haber ayudado en la elección. Se fue Halloween, pero hay que prepararse para cuando llegue de nuevo.
Reseñado por Francisco Javier Torres Gómez
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