Revista Educación

La extraordinaria historia del residente en calzoncillos, la urgentóloga desplazada y el frikimédico cabreado.

Por Ter0n
La extraordinaria historia del residente en calzoncillos, la urgentóloga desplazada y el frikimédico cabreado.
Dentro de mi lista de deseos por cumpleaños, Reyes magos, etc. pronto estará el pedir una guardia "normal". Sin cosas raras.
Como ya dije en la entrada de ayer, tenía guardia con el doctor "SuperStar" y el doctor "Eskolapios". No sólo unos médicos todopoderosos capaces de suplir perfectamente una plaza de adjunto en Urgencias, también compañeros excepcionales con quien me los pasé muy bien.
Así pues fueron 11 horas continuadas de pacientes malhumorados, 5 horas sin laboratorios por culpa de un fallo informático y con sólo media hora de descanso para la cena. Me metieron dos golazos en consulta en forma de aumento aislado de Mioglobina y un dolor torácico urente en una paciente con IC diagnosticada desde hace años. 45 minutos antes de que se terminara mi turno y me pudiera ir a una de las cuatro camas del dormitorio de los R1.
Tardo media hora más en ir a la cama, para aprovechar y dar unas cuantas altas y no sobrecargar a mis compañeros. Son las 2:30 de la mañana {El turno de sueño se inicia a las 2 y te levantas a las 5} y corro hacia las camas de los R1.
Al llegar al dormitorio la puerta está echada. Lógico y esperable. Lo que no era tan esperable era encender la luz del cuarto y encontrar a dos personas durmiendo mientras mis Co-Rs seguían pasando consulta en Urgencias. Extrañado pido disculpas por encender la luz y me sitúo al lado de una de las dos camas ocupadas, dejando una libre. A lo mejor es algún R mayor sin llave que ha ido allí para echarse una siestecilla.
Intento dormir, pero mi vecino de alcoba hace ruidos extraños. Entonces me doy cuenta de que el tío no tiene pijama. Era un hombre, no llevaba puesta la parte de arriba del pijama y roncaba de forma despreocupada. Los minutos pasan con rapidez, sin conseguir dormir y aterrado por lo que decidiera hacer ese sujeto desconocido a sólo un palmo de donde descansaba.
15 minutos antes del cambio de residentes mayores (a las 4 de la madrugada) decido que no puedo aguantar más y me levanto. Hablo con un Resi mayor que está haciendo el cambio de turno en mitad de la noche y se extraña de mi situación. Como soy novato decido comentarlo al jefe de guardia. Quizás la vía menos popular, pero la más legal en las circunstancias. El doctor superstar me recuerda de entonces lívido, con los ojos inyectados en sangre y parecidos.
En ese momento subimos a dormitorios el jefe de guardia, una R mayor, el doctor "superstar" de apoyo moral y un servidor. Como un comité de la muerte encendemos la luz e identificamos a los ocupantes indeseados. La primera resulta ser una Urgentóloga de guardia, que no había encontrado la llave a su habitación. Como siempre hay una cama de más en el dormitorio de los R1s había decidido okuparlo durante las dos horas y media que le quedaba de sueño. El segundo nos lo encontramos en ropa interior y no se movía: "¿pero respira?" pregunta el doctor superstar. Era un residente "ectópico" (no de familia) que se había dejado las llaves de "su dormitorio" en el otro hospital y había pensado lo mismo. Todo el mundo parece tener llave del dormitorio de los R1.
Al final, todos enfadados. La Urgentóloga que no me habla porque la desperté mal y 30 minutos antes, el jefe de guardia sorprendido, el ectópico tampoco me ha hablado desde el incidente y vuestro friki narrador sin haber podido dormir más de dos horas desde el Miércoles. Y hoy casi inundo el piso por culpa de la lavadora. Vaya día más malo.
Me voy a la cama.

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