La fábrica de chocolate más antigua de Madrid cumple 150 años

Por Lydi1892 @LydiaNatour

La primera fábrica al vapor de chocolate instalada en Madrid ha cumplido 150 años. La Compañía Colonial dedicada al sector del cacao fue fundada por Jaime Méric a mediados del S.XIX y ha ido cambiado de dueños y nombres. Pero, sigue en funcionamiento en la localidad de Pinto bajo la marca mercantil de Eureka.

El periodista e historiador local de Pinto, Mario Coronas, ha publicado un libro con motivo del aniversario de la primera fábrica de chocolate de producción mecanizada en España. “De La Colonial a Eureka” hace un recorrido histórico a través de la historia de la industria del cacao de la Compañía La Colonial hasta llegar a la compañía Eureka en la actualidad.

«La Colonial se considera la primera fábrica al vapor que ha existido en España. Es decir, la primera con fabricación netamente industrial. Antes de La Colonial la fabricación era artesanal, a brazo o con molinos de tracción animal. Las fábricas posteriores se hicieron a imitación de La Colonial, por este motivo se llamó a su fábrica: la fábrica modelo.»

Jaime Méric

En 1854, Jaime Méric funda la compañía Colonial. Este empresario era miembro de una dinastía de reputados comerciantes, políticos y banqueros de Perpiñán. Siguiendo los característicos pasos de su familia en el comercio de alimentos, decide establecer una fábrica de chocolate en Madrid, donde hoy en día se encuentra el hotel Ritz.

Esta nueva industria estaba sustentada por los métodos más innovadores en comparación con los empleados por los maestros chocolateros de la época. Acababa de nacer la Compañía Colonial. El primer establecimiento comercial de cara al público llegaría en 1855 y se ubicaría en plena calle Montera.

Pero en 1864, la fábrica de Tívoli, como se conocía a la zona del hotel Ritz por aquel entonces, se había quedado pequeña. Y los problemas para aumentar la capacidad en pleno centro de Madrid, llevaron a la familia Méric a buscar alternativas.

La Compañía Colonial se traslada a Pinto

Pinto, considerado el centro de la península ibérica, disponía por aquel entonces de una buena estructura de transportes gracias al ferrocarril. Así que, en agosto de 1866 La Compañía Colonial trasladó la fábrica a Pinto. Por petición del ayuntamiento de Madrid, derribaron la primera manufactura.

Tras el traslado, la gerencia se transfirió a otro miembro del clan Méric, Edmundo, el hijo del fundador de la empresa chocolatera. La Compañía Colonial seguiría no sólo comerciando con chocolate, si no también con cafés, tés y tapioca.

Para 1882, la Compañía Colonial en Madrid contaba con un personal de 245 personas y se había expandido la producción a otras fábricas en diferentes provincias. Por otro lado, Edmundo Méric había logrado expandir la compañía en el mercado internacional mediante exportaciones a Londres, París, Viena, Filadelfia, Dublín, Oporto o Burdeos… [Seguir leyendo en: Madrilánea]

Relacionado