Leí la fábula en el libro "Periodismo y creatividad" y no le falta razón. Los periodistas nos pasamos la vida subiendo y bajando montañas, reduciendo la realidad a unas cuantas palabras... Simplificamos todo para que todos lo entiendan, elegimos los detalles que mejor representan lo que vemos y desechamos aquellos que no aportan nada...
...Y si nos equivocamos en la elección, hacemos que todos se equivoquen. Resumir es un arte que hay que cuidar, pero tampoco hay que tenerle miedo... aunque en radio y en televisión nuestra montaña sea el mismísimo Everest.