La Fageda d’en Jordà, el hayedo que surgió de la lava

Publicado el 20 octubre 2016 por Santimb @SantiMBPhotos

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Uno de los lugares que hay que visitar en Catalunya en otoño es sí o sí la Fageda d'en Jordà, la joya de la comarca de La Garrotxa. La Fageda d'en Jordà es un hayedo excepcional porque se encuentra en un terreno plano y a no mucha altura, en torno a los 600 metros, cuando lo normal es que estén en terreno montañoso y a más altura. Y otra de sus peculiaridades es que crece en lo que fue una colada de lava del volcán Croscat. De hecho mirando la imagen de satélite de la Fageda d'en Jordà en Google Maps no cuesta nada imaginarlo. Todo esto hace que sea un lugar perfecto para caminar... y hacer fotos.

El circuito que propongo aquí es un recorrido lineal de poco más de 8km entre la ida y la vuelta. El itinerario parte del aparcamiento de la Fageda d'en Jordà, cruza el bosque y llega hasta la iglesia de Sant Miquel Sacot. Es prácticamente llano excepto la subida a Sant Miquel Sacot, donde puede ser necesario usar las manos para superar algún que otro obstáculo, pero se puede hacer perfectamente con niños. El recorrido se puede hacer circular continuando de Sant Miquel Sacot hacia el volcán de Santa Margarida y luego volver al aparcamiento pasando por el volcán Croscat. En total son 2km más. Al tratarse de un lugar muy frecuentado en otoño es mejor evitar el fin de semana si se quiere disfrutar del entorno con más tranquilidad.

Antes de centrarnos en lo que es el itinerario en sí querría explicar un poco la carretera por la que llegué hasta la Fageda d'en Jordà, porque si hay una cosa que me gusta casi tanto como caminar y hacer fotos es conducir por carreteras de montaña, y más aún cuando lo hago en otoño. La carretera en cuestión es la que va de Vidrà a Olot. Es una carretera estrecha y con muchas curvas, casi 18 kilómetros de curvas que se tardan en recorrer casi 45 minutos hasta llegar a El Mallol, pero que valen la pena, tanto por el placer de conducir por ella como por las vistas que nos regala. Hay que estar muy atento en las curvas cerradas de no encontrarnos de cara con algún camión maderero o con un tractor, ya que ocupan casi todo el ancho de la carretera, y también con vacas que puedan estar cruzando la carretera. Aquí van unas cuantas fotos de la carretera entre Vidrà y Ciuret.

Ahora un par de fotos rodeando el pequeño poblado de Ciuret.

Estas fotos las tomé unos días antes de mi visita a la Fageda d'en Jordà. La dos siguientes son de unos días después. La primera es Ciuret y la masía del Moreu desde la primera rampa de la carretera en dirección a Collfred.

Y ésta es una vista desde algo más arriba, con Can Font a la izquierda, la carretera por la que hemos venido a la derecha, y al fondo el Bellmunt.

Y ahora sí, vamos con las fotos del día de la visita a la Fageda d'en Jordà, tomadas en el Collet de Sant Pere Màrtir, uno de los puntos más altos de la carretera cerca ya de Sant Privat d'en Bas, ya en la Garrotxa. La primera es una vista de la Vall d'en Bas.

En la siguiente foto, el Puigmal cubierto de nieve, en el Pirineo. Tiene 2.910 metros de altitud.

En el lado contrario el Puigsacalm, de "sólo" 1.514 metros de altitud.

Mirando hacia el mismo sitio, en el fondo la masía de la Clota.

Y ahora sí, volvamos al tema.

El aparcamiento de la Fageda d'en Jordà está en la carretera de Olot a Santa Pau, en Can Serra. Conviene llegar pronto porque aunque es muy grande, es fácil que esté completo a media mañana. El aparcamiento es de pago, y para un coche cuesta 4€ todo el día. Este dinero ayuda a cuidar el parque. Nos dirigimos al centro de información, donde nos pueden dar algún folleto si queremos. Allí también hay WC público, y creo recordar que también máquinas de vending. Desde el centro de información salen varios itinerarios, e incluso recorridos en carro de caballos. El que tenemos que seguir es el señalizado como Itinerario 1. No hay pérdida.

Entramos en la Fageda d'en Jordà cruzando la carretera por debajo, a través de un túnel. La primera parte del itinerario 1 coincide con el 2, también llamado Sendero Joan Maragall. Después de un breve descenso nos sentimos prendados por la belleza del lugar, y más si no hay gente, si estamos solos. Vamos siguiendo el sendero y mirando a nuestro alrededor.

Más o menos cuando llevamos 700 metros recorridos se separan los itinerarios 1 y 2. El 2 continúa hacia la izquierda rodeando un montículo de unos 20 metros de altura, el más alto de la Fageda d'en Jordà. Este montículo se denomina "" y corresponde a una enorme burbuja de lava solidificada. Para que te hagas a la idea, cuando el Croscat entró en erupción este terreno eran unas marismas. La lava, muy líquida, cubrió rápidamente este terreno húmedo, y su alta temperatura, sobre 1000ºC, lo llevó a ebullición de tal modo que el vapor empujaba hacia arriba la lava, que ya empezaba a solidificarse y estaba en un estado plástico. Algunas burbujas llegaron a estallar, pero otras se solidificaron formando protuberancias sobre la superficie de lava sólida. En total en toda la Fageda hay contabilizados una cincuentena de tossols.

Hecha esta explicación, continuamos recto siguiendo el itinerario 1.

En esta parte de la Fageda se cuela bastante luz entre los árboles y a la cámara le cuesta medir bien la luz, por lo que conviene compensar subexponiendo un poco, como por ejemplo -2/3 EV. Sobre el kilómetro 1,3 llegamos al camino de Can Falet.

Se trata de un camino particular, y suele estar cerrado con una cadena.

Nosotros seguimos por el sendero que continúa a su derecha.

Pasamos por un claro del bosque, y sobre el kilómetro 1,7 nos encontramos con un cruce. Seguimos recto. Unos 400 metros más adelante pasamos frente a La Devesa, en otro claro del bosque.

La vegetación aquí es muy exuberante, casi una selva. Aquí tube que subexponer a -1/3 EV.

En el kilómetro 2,3 nos incorporamos a una pista que nos lleva a la parte trasera de la Cooperativa La Fageda, una empresa de productos lácteos y sin ánimo de lucro que emplea a discapacitados intelectuales o con transtornos mentales para integrarlos en la sociedad. Hace ya rato que el olor delataba la presencia de vacas. Seguimos la pista hacia la izquierda, alejándonos de la cooperativa, hasta que sobre el kilómetro 2,7 llegamos a la carretera de la cooperativa. Giramos a la derecha y seguimos la carretera hasta la entrada de la cooperativa. Al llegar a la entrada continuamos por la izquierda para rodear las instalaciones, hasta que sobre el kilómetro 3,3 llegamos frente a una gran casa llamada El Prat de la Plaça. Pasamos por su izquierda y tomamos un sendero, que en sus primeros 300 metros es llano bordeando un prado, pero luego penetra en el bosque y empieza a subir superando unos 70 metros de desnivel en apenas 300 de sendero. En algunos puntos la lluvia ha excavado profundos surcos en el sendero y hay que sujetarse a rocas, ramas o raíces para poder subir.

En el kilómetro 4 llegamos al punto más alto del circuito a la par que el camino circula pegado a una alambrada, hasta llegar a las ruinas de Cal Grill. A nuestra derecha los pastos escalonados de Can Batlle.

Al frente la iglesia románica de Sant Miquel Sacot, y detrás el volcán de Santa Margarida, por donde continúa el itinerario 1.

Ahora una panorámica del paisaje de la Garrotxa desde allí. A la izquierda parte del volcán de Santa Margarida, y en primer término, bajo esa colorida masa de árboles, el pequeño volcán del Torrent.

Y antes de irnos una mirada a Can Batlle.

Iniciamos el camino de regreso volviendo por donde hemos venido. Ahora la bajada cuesta menos esfuerzo que la subida, pero hay que tener mucho cuidado de no bajar rodando.

Uno podría pensar que volver por el mismo camino que hemos venido resta interés porque ya no vamos a ver nada nuevo, y quizás eso es cierto, no vamos a ver nada nuevo, pero sí lo vamos a ver todo desde otro punto de vista, y podríamos considerar que eso es como ver cosas nuevas. Por ejemplo la carretera de la cooperativa, que a la ida no me llamó la atención.

O el cruce de caminos una vez hemos pasado La Devesa, ahora en el kilómetro 6,5. Concretamente mirando hacia la izquierda.

Es más, ahora la luz ilumina las cosas de manera diferente y me hace ver cosas que antes no ví, como este rincón del bosque.

Los árboles del claro de bosque de Can Falet que a la ida estaban oscuros, ahora parecen brillar con luz propia.

Seguimos disfrutando del sendero y de la luz del otoño, ahora ya pasado el camino encadenado de Can Falet.

Y nos detenemos ante la raíz del haya del borde del camino, que parece un pulpo sujetando las rocas.

Uno de los mejores momentos lo tuve al pasar a la altura de Can Palleu, a la altura del kilómetro 7,1. Aquí la luz daba el toque mágico a las hojas amarilla de las hayas, como si las hubiera tocado el mismísimo Rey Midas.

Sobre el kilómetro 7,5 nos volvemos a encontrar con el Sendero Joan Maragall a la altura del tossol. Por el suelo hay muchas rocas volcánicas. Si tienes la tentación de llevarte alguna como recuerdo olvídalo: es una Reserva Natural y está terminantemente prohibido y castigado coger nada, ni planta, ni animal, ni roca.

Ya cerca del final del recorrido, un último vistazo a la Fageda d'en Jordà bajo esta magnífica luz de otoño.

Y hasta aquí este circuito por la Fageda d'en Jordà, uno de los lugares más emblemáticos de la Garrotxa y prácticamente de toda Catalunya. Un lugar al que Joan Maragall dedicó este poema:

¿Sabes dónde está el Hayedo de Jordá?

Si vas por los alrededores de Olot, encima del llano

encontrarás un lugar verde y profundo

como nunca hayas encontrado otro en el mundo:

un verde de agua adentro, profundo y claro;

el verde del Hayedo de Jordá.

El caminante, cuando entra en este lugar

comienza a caminar por él poco a poco;

cuenta sus pasos en la gran quietud

se detiene y no oye nada, y está perdido

le da un dulce olvido de todo el mundo

en el silencio de aquel lugar profundo,

y no piensa en salir, o piensa en vano:

es prisionero del hayedo de Jordá,

prisionero del silencio y el verdor.

¡Oh compañía! ¡Oh liberadora prisión!

Cómo llegar a la Fageda d'en Jordà