La Falacia De La Plusvalía Y De La Dictadura Del Proletariado.

Publicado el 16 septiembre 2018 por Carlosgu82

La falacia de la plusvalía y de la dictadura del proletariado.

A pesar del descalabro del sistema comunista en los países que lo intentaron, nos encontramos con un intento de resurgimiento que trata de justificar dicho fracaso con el subterfugio de que “el sistema fracaso porque no fue bien implementado” como si Lenin, Stalin, Fidel, EL Che y todos los demás “mal interpretaron” las tesis marxistas.

Lenin, el primero que llevó a la practica dichas tesis, aplicó al pie de la letra lo que Marx había escrito en el Manifiesto Comunista e implanto el terror marxista que llevo al empobrecido país de los Zares a una guerra civil que costó 4.5 millones de vida y la instauración de un estado policial que mas tarde, bajo el mando de Stalin, provocó el desplazamiento forzado de pueblos enteros y la muerte de mas de 40 millones de personas en los campos de concentración de Siberia.

Mao en China, siguiendo las mismas enseñanzas de Marx, instauró en 1949 otro movimiento que durante los años de la Revolución Cultural provocó mas 20 millones de muertes y un cambio cultural que atrasó en décadas el desarrollo económico del país.

En fin, que la implantación de la Dictadura del Proletariado ha provocado tantas muertes y sufrimientos como las dos Guerras Mundiales que devastaron a Europa y Asia durante el siglo XX.

Y me pregunto ¿Qué es lo que estos nuevos marxistas encuentran de atractivo en esta ideología?

Marx nunca pudo comprobar en la practica nada de lo que escribió, su mayor aporte fue en la filosofía y algunos aportes a la teoría del trabajo de aquella época. Nunca llegó a definir un sistema económico “socialista”,  y mucho menos definió cómo debería de “construirse” dicha sociedad.

Marx nunca pudo demostrar la existencia de una plusvalía real y solo la analizó en la industria manufacturera y no en el servicio porque en su época esta era muy pequeña e incluso en el 3er tomo del capital reconoce algunos de sus errores. Para el la “plusvalía” se daba en la producción por la cantidad de horas necesarias que el obrero invertía en producir un tipo de articulo que era mucho menor que las 12 o 16 horas que en aquella época trabajaban por lo que suponía que la diferencia era lo que el patrón le “robaba” al obrero.

Sin embargo hoy en día la existencia de la automatización y la robotización de la industria a reducido a casi nada la participación del obrero en la creación de mercancías y por lo tanto el valor del trabajo se ha reducido a casi nada (eso es si aceptamos la tesis marxistas del plus trabajo).

En realidad, las ganancias del patrón se dan en la venta y no en la producción.

Es en la dependencia de los trabajadores del salario que sus patrones les paga donde existe la verdadera explotación y que en mi libro “Nadie se hace rico trabajando para otros” (http://miirreverenteopinion.com/mi-tienda) analizo detalladamente y demuestro que no es mediante la violencia ni la lucha de clase tradicional donde está la solución de los problemas de los trabajadores.

También pueden ver la introducción del libro en https://youtu.be/2qGsXFbTlJU

Es por eso por lo que cada “Líder” de turno implantó el régimen que mejor le convino pero que tenían en común un régimen dictatorial que tomó para si los medios de producción e impuso una represión, unas veces sutil y otras no tanto, justificada en la defensa de las libertades del “pueblo”. Una represión que les garantizaba la permanencia en el poder como en el caso de Cuba y más recientemente de Venezuela y Nicaragua.

La diversidad de economías y de “soluciones” que todos estos regímenes intentaron imponer nunca dieron los resultados esperados y fracasaron estrepitosamente.

Ha sido tan efectiva la demagogia izquierdista que hay personas que aun creen que todo lo sucedido en los antiguos países comunistas es solo una estrategia capitalista de desinformación y no entienden porque el comunismo fracaso en esos países y tratan de revivir dicho fantasma sin darse cuenta de que lo que hacen, como hizo el Dr Frankenstein, es intentar revivir un monstruo.

No digo que el capitalismo es la panacea divina y es lo mejor que se ha inventado porque tiene muchísimos defectos y aun no ha solucionado completamente el problema de la pobreza ni el imperio del lucro y la especulación financiera en la economía.

El capitalismo no es el futuro, pero es mejor que el llamado “socialismo” marxista

El capitalismo no intenta que la riqueza llegue a todos, porque para el capitalismo los trabajadores son solo su fuente de riqueza. Su función es la de maximizar las ganancias para sus inversionistas que son su destinatario final. Y por eso deberá de ser sustituido algún día.

Y como todo sistema regido por las leyes universales de la evolución, en algún momento será convertido en un nuevo modo de producción en el que no existan asalariados ni empresario y que las empresas sean dirigidas democráticamente por sus dueños. Donde las ganancias se repartan por igual entre sus miembros y que la ley fundamental de estas sean el bienestar de sus trabajadores y no el fin de lucro.

¿te parece una utopía?

¿no crees que eso sea posible?

¿no es eso exactamente lo que se dijo en un momento sobre el comunismo y este llegó a conmover a todo el planeta por todo un siglo?

Este sueño ya existencia y es más real que cualquier quimera comunista y beneficia actualmente a más de 1000 millones de persona en mas de 100 países en todo el mundo y que genera más de 2.6 trillones de dólares al año. Una forma de producir que es más eficiente, estable y sostenible que cualquier corporación.

El estudio de este modo de producción es el tema central de mi libro “Nadie se hace rico trabajando para otros” (http://miirreverenteopinion.com/mi-tienda) y en dicho libro demuestro como este tipo de producción es el futuro y la salvación del planeta y la única forma de deshacernos de los caprichos de las ideologías extremistas que hoy están tan de moda.

Te invito a que lo leas y que empecemos el debate para que todos conozcamos como salir pacíficamente de este atolladero que nos encontramos hoy.