La virilidad es una de las posesiones más preciadas para un hombre. Mantener unos niveles adecuados de testosterona es esencial para protegerla.
Factores como la edad,un trastorno físico o psicológico, la mala práctica de algún deporte o la mala suerte pueden dañarla. Debes saber qué otros factores pueden afectarte para poder prevenirlo.
La falta de deseo sexual
Es algo normal que los niveles de testosterona bajen con la edad. Después de los 35 años pueden perderse entre un 1 y un 2% al año. Son muchos los hombres que tienen niveles bajos de testosterona y muy pocos, por vergüenza o ignorancia, los que acuden al especialista para recibir tratamiento.
Si tienes fatiga, depresión, osteoporosis, deterioro muscular, descenso de la libido y disfunción eréctil no le des vueltas y acude rápidamente al urólogo, hoy en día los tratamientos son muy efectivos.
Recuerda que el tabaco, alcohol, las drogas y estrés no hacen sino agravar el problema.
Suplementos de testosterona y colesterol
Los esteroides anabolizantes, como la testosterona, usados para incrementar la masa muscular, ganar fuerza y prevenir el envejecimiento pueden tener graves consecuencias en el rendimiento sexual.
Tomar este tipo de sustancias indiscriminadamente puede producir una alteración en la propia producción de testosterona en el organismo.
Los productos que contienen creatina, un suplemento que tiene adeptos entre los deportistas, también puede frenar la producción de testosterona si se toma de forma incontrolada.
La ingestión de estrógenos, hormona femenina, también tiene efectos negativos sobre la virilidad masculina. Y desgraciadamente son muchos los alimentos que los contienen (carnes de animales sometidos a tratamientos hormonales). Ello produce, sobre todo, un descenso de la producción de esperma y falta de deseo sexual.
Los problemas eréctiles pueden deberse a causas físicas o psicológicas. Normalmente, un hombre tiene entre 5 y 7 erecciones durante el sueño. Por debajo de eso puede existir algún problema.
El colesterol elevado también puede provocar con el tiempo, arteriosclerosis y en consecuencia disfunción eréctil. La acumulación de colesterol en las arterias puede hacer que llegue menos sangre al pene. La diabetes también puede influir negativamente en la actividad sexual.