La familia cambia

Por Akashaqv
El primer año había quedado atrás, el susto inicial de cambiar de escuela era sólo una sombra, y en definitiva me sentía como en mi nuevo hogar. La nueva maestra era alguien que a primera vista parecía temible y enojona, lo cual resultó en mi primera lección de que las apariencias engañan, era una viejita dulce y lista que tocaba el piano y bailaba muy bien. En este segundo año, entraron también, dos personas que se volverían mis mejores amigos durante años, A y N. El primero un niño morenito muy simpático, hiperactivo y latoso, pero también con un gran corazón, N una niña hermosa, morena de ojos increíbles, ambos hijos de madres solteras, por lo que, como ya era costumbre, se hicieron grandes amigas de mi madre. Esto facilitó mucho que nuestra amistad se hiciera gigante en poco tiempo. A N. Constantemente la molestaban por su tono de piel, lo cual me causaba mucho coraje y era yo la encargada de poner en su lugar a quien osara darle lata, con A. era otra historia, era  mi mala influencia en la vida, hacíamos travesuras y pronto contagiamos a N con nuestras ocurrencias. Ese año salí muchísimo con mis amigos, con el novio de mi mamá, con mi papá, todo el tiempo estabamos paseando, era una época muy feliz y creí que todo sería siempre así. Pero en algún momento, mi mamá y su novio dejaron de estar bien, y él se marchó. Recuerdo que a diferencia de la anterior, esa separación me dolió mucho, pues creía (y tenía razón) que a diferencia de mi papá, él saldría de mi vida para siempre, y yo recuerdo que lo quería muchísimo. Pero al poco tiempo creo, mi mamá conoció a E. y él entró en nuestras vidas, yse ganó mi cariño muy pronto. 
E. me consentía muchísimo, me trataba como a una hija, y también trabajaba con mi mamá, así que me parecía que la cuidaba mucho a ella también. La verdad no sé bien que edad tenía en este momento, los años en la escuela iban pasando, conocí nuevas amigas y amigos que también se hicieron muy cercanos, y mi vida transcurría feliz, a E. le decía papá igual que a mi propio padre, y salía con él a las luchas, al fútbol, a nadar y en algunas ocasiones incluso coincidía con mi papá en los paseos familiares sin que fuera un motivo de disputa. Esa época fue maravillosa, en la escuela eramos como una gran familia, la mayoría de los papás se llevaban bien entre ellos y con los maestros y eran muy participativos, haciamos fiestas, paseos, festivales, campamentos. Las obras de teatro eran frecuentes, y a partir de tercero, cada día de muertos representábamos el Don Juan tenorio. 
En el 88, México sufrió uno de los fraudes más grandes de la historia, la presidencia le fue arrebatada a Cuautémoc Cárdenas, para dar paso al presidente orejón, yo no entendía mucho de política, pero hablábamos bastante de ella, era una especie de Mafalda, y es que mi mamá siempre estuvo metida ahí, parte de mi vida entonces era acompañarla a reuniones, marchas, repartir volantes, pegar letreros y gran parte de la campaña política. No sirvió, el señor Salinas subió al poder, y los pobres nos quedamos como siempre. 
Los 80´s desaparecían lentamente, mientras mi mamá nos anunciaba la gran noticia, tendría un hermano.