La familia y los consejos de crianza no solicitados

Por Belen


¿Has pasado las navidades en familia? A veces, a pesar de que las reuniones familiares apetezcan o sean agradables, pueden finalizar con un sabor de boca agridulce. Más allá de tensiones familiares, cuando eres madre, te vuelves blanco de muchas críticas. ¿Motivo? La crianza o mejor dicho tú crianza.
En la crianza siempre encontraremos mil y una opiniones y un denominador común: mi opinión es la única válida por lo tanto tú lo estás haciendo mal. A la recién estrenada maternidad se une el hecho de que eres joven,...., o más joven que esos adorables miembros de tu familia. Así que la crítica está asegurada y el malestar servido. 
Por experiencia se que, pasadas las entrañables navidades, pueden asaltarte muchas dudas, muchos miedos y mucha irritación. Y por ello me permito darte algunos consejos que quizá te vengan bien: 
1. No por ser joven o inexperta no sabes hacer las cosas. Estoy segura que si has elegido criar a tu hij@ de una u otra manera ha sido porque buscas lo mejor para él/ella. Reafirmate en tu decisión y siéntete orgullosa de ti misma. No dudes que eso te dará la seguridad que necesitas.
2. Aunque el bebé llore, o no duerma, o mame a todas horas no hay motivo para pensar que algo está fallando o mejor dicho, que tú estás fallando. ¡En absoluto! Los niños maman a demanda, algunos bebés duermen peor por la noche y otros tantos recién nacidos lloran por diferentes motivos. Tu bebé no es un caso raro, así que ¡fuera preocupaciones!
3. Tu suegra/cuñada/prima/tía seguro que han tenido la mejor de las intenciones al darte esos consejitos no solicitados. No se lo tengas en cuenta, borrón y cuenta nueva. Recuerda que en materia de crianza todo el mundo se siente libre de opinar. Puedes optar por dar contestaciones tajantes para dejar claro que no aceptas opiniones, o bien pasar un poco del tema si las críticas no van a mayores.
4. Tengamos en cuenta que muchas de las mujeres de la familia criaron en una época muy distinta a la nuestra. Hoy nosotras elegimos cómo queremos criar a nuestros hijos. Así que ¡no dudes de ti misma! 
5. Si a pesar de todo esas reuniones te han dejado un mal sabor de boca y necesitas desahogarte, reúnete con otras madres y suelta por esa boquita. No se me ocurre nada mejor para reafirmar tu postura. Si tienes un grupo de amigas con bebés o niños de las mismas edades que los tuyos, organiza una merienda en casa y saca el tema, tendrás un buen debate servido para pasar la tarde. Si eres de las primeras de tu pandilla en ser mamá recuerda que cada vez hay más grupos de crianza donde seguro podrás encontrar otras mujeres que viven situaciones como la tuya. Compartir y ver a esas otras madres te dará una visión mucho más amplia de la maternidad. 
¿Cómo han sido tus reuniones familiares? Si te apetece contármelo, estaré encantada de escucharte :)