Hay circulando por los laberínticos pasillos del submundo, un artículo/ensayo/delirio de James Bowman, investigador residente en el Ethics and Public Policy Center, es el autor de los medios de Media Madness: The Corruption of Our Political Culture... ¿?
El punto es, que se refiere a la literatura fantástica, negando su inclusión dentro del arte. Según James Bowman, ni Tolkien, ni Lewis, hacen arte. La fantasía no es arte, afirma tan suelto de cuerpo, como diría mi abuela.
Su explicación se basa en afirmar que, no es arte, en el sentido de como entendemos el término dentro de la tradición occidental que se remonta a Homero. ... La cultura occidental está íntimamente ligada a la tradición de la imitación en el arte ... La fantasía, la ciencia-ficción y el cine fantástico de nuestro tiempo, debe ser visto como un rechazo consciente o inconsciente, hacia la tradición occidental (la tradición de hacer cosas como son en realidad, conociendo la realidad, y distinguiéndola de la fantasía). Tolkien y los demás, tal vez se hayan visto trabajando dentro de la tradición occidental, que hace referencia a dioses y héroes de la literatura clásica, como sus precedentes. Pero no hay que pasar por alto la diferencia fundamental entre sus creaciones fantásticas y el arte de Homero por ejemplo: Homero creía en la realidad de sus dioses y héroes, no los inventó. Más importante aún, el público de Homero consideraba que sus dioses y héroes eran, o habían sido, reales.
Si ya no hay ningún intento de imitación de la realidad, sino sólo la "magia" de escritos y películas que inventan nuevas realidades, entonces ya no hay tal cosa conocida como arte.
Por lo tanto la fantasía de Tolkien no es arte. Y no debe incluirse a la fantasía en los debates sobre el arte.
Para agregar, hay poco más que una vida.
Baudelaire decía que la fantasía "desarma toda la creación según leyes que proceden del interior más profundo del ama, reúne y articula las piezas, y crea con ellas un mundo nuevo".
Goya alguna vez sentenció: "las bases del arte hay que buscarlas en el capricho y la invención".
André Breton intuyó que "lo maravilloso de lo fantástico es que no existe, todo es real".
Hay sí, dos libros para recomendar: "Arte Fantástico" de Walter Schurian, y "La definición del arte" de Umberto Eco.
C'est fini.