Nunca pensé que FELICIDAD sería para mi el que el pediatra me diga que mi bebé ya pesa 3.700g, FELICIDAD es lo que me embarga cuando lo abrazo bien fuerte tras bañarlo y le huelo, sería muy atrevido para mi intentar siquiera describir ese olor con palabras, FELICIDAD es símplemente observarlo mientras duerme, y sí, me lleno de felicidad cuando el pobre mío por fín encuentra mi pecho y su llanto se calma inmediatamente...cuando encuentra por fin el alimento y fija sus ojos llorosos en mi, como recriminándome los minutos que he tardado en ofrecérselo...FELICIDAD es ver cómo su piel se vuelve suave, y donde antes había puro pellejillo ahora empieza a haber molletes, ahora mismo le escucho, está dormido pero hace ruiditos...¿Cómo se puede ser feliz con esto? ¿me habré vuelto loca?
No, creo que símplemente me he convertido en una MADRE.