Traductor: Valeriano Castejón Díez
Aguilar
328 páginas
Después del exitoso "La magia del orden", llega esta secuela donde se desarrolla el llamado método KonMari para el orden en el hogar.
Marie Kondo prolonga el éxito de su libro anterior con este volumen que va en la misma línea e ideología: el orden en casa se puede lograr eliminando cosas sobrantes. Esto que parece tan obvio, no es sin embargo, fácil de lograr, pues la gente va acumulando objetos de forma irracional o por diversos prejuicios y apegos, o pensando que algún día "podrán servir". Según el método KonMari, se ha de eliminar todo objeto que no dé felicidad, pero estos han de ser limitados. El orden no consiste en cambiar las cosas de sitio, dice la autora. Además, la limpieza y el orden son cosas diferentes: la primera ha de hacerse lo más rápido posible. Dejarlo para otro momento es la mejor manera de no hacerlo.
Muy curioso el consejo de reutilizar de forma ornamental y creativa objetos que ya no sirven, para que sigan dando "felicidad", como cajas y jarrones viejos, cuando uno se resiste a "desechar".
Como en el libro anterior, Marie Kondo cuenta algunas anécdotas relacionadas con su trabajo como "asesora de orden" (parece mentira, pero la contratan para asesorar en estos temas) y sus clientes; también alguna de su vida, como la vez que se tuvo que desprender de un viejo peluche, cosa que pudo hacer con una breve ceremonia de agradecimiento a dicho juguete.
Aparte de las ideas genéricas, repetidas del libro anterior, la parte práctica contiene una serie de consejos (con ilustraciones sencillas) para ordenar según la naturaleza de los objetos y los lugares de almacenamiento. También de cómo doblar y colocar determinadas prendas. Así hay un apartado para productos de higiene, para aparatos eléctricos, ropa interior, ropa de abrigo, maletas, los objetos variados ( komomo, en japonés), etc. Estos consejos incluyen modos de doblado y de organización según tamaños y colores. Para la autora es importante que un cajón proporcione placer estético al abrirlo (por la distribución armónica de las prendas, que no han de quedar apretada ni en exceso solitarias). Hay varias alusiones al feng shui y otras disciplinas orientales, que a mi me parecen algo esotéricas y nada racionalistas.
Reconozco que muchos de los consejos de Marie Kondo son útiles (en especial el de tirar cosas), y otros son de pura lógica, pero hay algunos que para un occidental resultan como mínimo exóticos. Por ejemplo, despedirse de los objetos dándoles las gracias por la felicidad que nos dieron y cosas por el estilo. Está claro que se trata de algo que está muy enraizado en la cultura oriental (japonesa, en este caso), y que veo difícilmente exportable a otras partes del mundo.
En resumen, un libro que pocas novedades aporta a los que ya conocen el método KonMari u otras obras de la autora, basado en los mismos principios, quizás con algo menos de carga "esotérica", y más centrado en los casos prácticos. La autora no se va mucho por las ramas. Es concisa, de modo que la lectura no se hace farragosa.
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