Que no os engañen. La
felicidad no es un estado. La
tristeza si, por desgracia; se puede estar triste eternamente y, de hecho, hay gente que está triste toda su
vida. Pero la
felicidad es otra cosa; la
felicidad es un conjunto de pequeños momentos. Lo que pasa es que estamos tan engañados que creemos que la
felicidad es un estado constante que debemos conquistar. Por eso hay gente que vive siempre insatisfecha: porque piensan que esos momentos a los que no dan importancia son meros momentos pasajeros que no tienen interés alguno ni dejan huella en su existencia. A los muy desgraciados se les escapa la
felicidad de las manos por buscar un estado que en realidad no existe. Se pegan la
vida esperando en su sala de espera de paredes blancas y asepticas típicas de los hospitales, esa sala de espera mugrienta y fea en la que también espera su vecino el de al lado, ese que tiene
envidia por los coches y los trabajos de los demás, o incluso por sus enfermedades o desgracias, que el caso es estar siempre por encima del otro, aunque sea en lo malo.
La
felicidad está compuesta por pequeños momentos que son eternos por su gran
intensidad. Son pequeños tesoros inigualables que duran poco pero que permanecen en la memoria para ser recordados en los peores momentos y salvarnos un poco de ellos. Yo no sé vosotros, pero cuando yo estoy en modo
depresivo- suicida echo mano de mis momentos felices pasados para escapar de la
angustia que me causa vivir. Nada de enfrentarme a los malos momentos en plan "
cojo el toro por los cuernos que es muy guay" ni nada de eso. Yo voy a mi archivador mental, lo abro, cojo un recuerdo feliz, y me lo conecto a la mente en plan
Matrix. A mi me lo suda toda la cháchara de
psicólogo barato sobre hacer frente a tus momentos
de mierda malos con valentía y arrojo, que la valentía ya la tengo que usar muchas veces para poner en su sitio a todos los imbéciles que tratan de tomarme a mi por imbécil, que son unos cuantos. Yo uso mis recuerdos bonitos y me aíslo del
mundo. Me hablan pero no oigo, me lo suda todo, oye, qué pasa, gracias a mis recuerdos felices.La
felicidad son pequeños momentos, que os quede claro. No los desperdiciéis. Disfrutadlos, que son lo único bueno que os va a quedar en la
vida cuando seáis unos viejos decrépitos en una residencia visitados por vuestros hijos ingratos y sus esposas o esposos lagartonas o lagartonos, esos que os dirán que es mejor que "
no salgáis ningún día de la resi que estáis mejor ahí". La
felicidad es darte una ducha fría cuando llegas de currar como un esclavo tras haber recorrido media ciudad a cuarenta grados a la sombra mientras te acuerdas de la puta madre de unos cuantos. La
felicidad es saber que esta noche ponen tu serie favorita y que toca el capítulo en el que los
protas se van a decir por fin que se aman que no veas y que todo lo demás, el asesinato de sus familias incluido, no es nada comparado con eso. La
felicidad es pedirte una pizza con lo que te gusta y que te la traigan bien hecha y además caliente, es la risa de tu hijo, de tu amigo, de tu marido, o de quien coño sea que se ría y que te saque un poco de tus pensamientos negros. La
felicidad es que te toque un bono de cinco euros para comprar en tu supermercado favorito, es que tu mermelada favorita esté en formato gigante, es que te puedas comprar ese bolso más falso y
plastiquero que nada pero que a ti te mola como buena mujer de clase media o baja, según quien te catalogue, que tú eres. La
felicidad es descubrir que tu vecino el del tercero sale con una tía muy fea muy fea y contárselo a tu pareja como si le contaras que has visto al rey de
España fumándose un canuto por la calle, es ir al
cine el día del espectador por la mitad de precio, es el abrazo de ese alguien que te consuela cuando crees que vas a estallar y a poner una bomba en tu oficina sin evacuarla ni nada, es esa mirada de "
ya te cubro yo, tu vete y pasa de esta mierda de reunión familiar, diré que tienes una diarrea que te cagas, o sea, ves el chiste?" de tu compañero de toda la
vida, ese o esa que te aguanta, te apoya, te cubre siempre por todo, y te choca la mano en plan camarada, y que pase lo que pase te ve siempre igual de gordo o gorda pero igual de sexy, incluso a primera hora de la mañana.Que no os engañen. La
felicidad son pequeños momentos.
Capicci?
Y también es disfrazarte de lo que te salga del higo cuando te parezca... Marchando una multa...