Me gustaría que las buenas canciones no tuvieran fin, no duraran tan pocos minutos, de esta manera la calma y satisfacción que me producen algunas canciones se alargarían en el tiempo. Cuando alguien nos pregunta sobre la felicidad, no sabemos definirla de una manera determinada porque esta la percibe de diferentes maneras cada persona, es un concepto que no tiene una definición exacta, aunque para mi esta la asocio a las cosas más sencillas y cotidianas. Cuando estamos felices las cosas más pequeñas y usuales que suelen pasar inadvertidas aumentan y pasan a ser grandes cosas con las que nos deleitamos, por lo menos a mi me sucede. Contemplar una puesta de sol, pasear por el campo, escuchar aquella canción que siempre nos gustó y es que si os dais cuenta la música también la percibimos de diferentes maneras según nuestro estado anímico y evidentemente si estamos felices disfrutaremos aún más de la música o si estamos enamorados viviremos la música de una manera muy especial y es que la felicidad agudiza y aumenta la percepción de los sentidos y sentimientos.
¿Qué es la felicidad? Profunda reflexión, para mi creo que es un estado no permanente, es decir creo que la felicidad se compone de momentos determinados y no de un estado en sí, el secreto está en prolongar esos momentos o hacer que estos se repitan cada vez con mayor periodicidad. Lo que está claro es que la felicidad como estado constante creo que no existe, pero debemos buscar esos momentos que nos proporcionan esa plenitud y alegría. Yo intento refugiarme en la música, la cual me resulta un instrumento útil para encontrar ese momento de plenitud, ahora mientras escribo esta entrada me siento moderadamente feliz, intentando verter mis pensamientos a través de este post mientras escucho una extraordinaria canción de Van Morrison Celtic New Year de su disco Magic Time, publicado en 2005 Aunque esta canción ya la he incluido en alguna otra entrada os invito a que la escuchéis.
La música además agudiza mis torpes sentidos y me ayuda a escribir las entradas de este blog ya que siempre lo hago acompañado por música de fondo… bueno lo de fondo lo debo rectificar porque me gusta escucharla a buen volumen, de esta manera percibo mucho mejor los matices de la canción, la voz, los instrumentos, etc.
Sin desviarme del tema os he contado mi secreto particular para encontrar unos momentos de felicidad o plenitud a través de la música aunque cortos pero intensos. Hoy es muy necesario recurrir a estos momentos en los días actuales en los que las noticias nos hablan de enfrentamientos fraternales que remueven fantasmas del pasado o la locura de dirigentes poderosos que amenazan con fulminar a medio mundo con armas nucleares, estamos sufriendo una importante involución volviendo a caer en antiguos errores. Ante este panorama debemos buscar la felicidad en las pequeñas cosas de cada día en el amor, en la belleza que nos rodea y por supuesto cuando todo te falle siempre queda la música como píldora para unos momentos de felicidad, sin contraindicaciones.
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