Pocas ferias tienen tanta fama por el boca a boca como la Feria de Albacete. Sólo así se explica que hace pocos años ganara por votación popular el concurso de La mejor fiesta de España organizado por Telecinco.
Como fan incondicional que soy de esta feria, os invito a conocerla mediante este post que está basado en el documental que realizamos en la Asociación de Informadores Gráficos con motivo de la Conmemoración del III Centenario de la Confirmación de la Feria de Albacete (2010) y que lleva por título:
La Feria de Albacete es tan antigua como la propia ciudad. En 1375, el Marqués de Villena concedió a Albacete la oportunidad de convertirse en una Villa independiente de Chinchilla. Fue el empujón necesario para que el Concejo de Albacete ordenara el traslado de la Feria al corazón de la ciudad.
Desde entonces, han sido millones las personas que han recorrido el paseo de la Feria o las que se han dado cita en el célebre Pincho, dispuestas a disfrutar de la amplia variedad de actividades culturales, gastronómicas y lúdicas que llenan estos días de momentos inolvidables.
El Templete es el edificio más bonito y representativo de la Feria y, como afirma Pedro Piqueras, después de un año sin verlo, cuando vuelve a llenar nuestras retinas es como si nos hiciera cambiar.
Estos días seguiré hablando sobre las bondades de la Feria de Albacete, sobre sus tradiciones, sobre sus suculentos manjares y de las claves para aguantar durante 11 días el ritmo frenético al que los albaceteños estamos más que acostumbrados :)
¿La conocéis? Un abrazo y, ¡buena Feria!