Cada año más de un millón de barceloneses se dan cita en sus calles para formar parte de una animadísima agenda cultural que cuenta con más de 600 actividades. La fiesta comienza temprano, a las 11 de la mañana ya verás personas de parranda y no termina hasta bien entrada la madrugada.
La buena música está garantizada porque junto a esta fiesta se celebra el Festival BAM, que atrae a agrupaciones y cantantes independientes de todo el mundo y normalmente organizan más de 60 conciertos por toda la ciudad.
Mil facetas: Una esencia antigua
La Fiesta de la Merced es alegría, colorido y música pero su esencia se remonta a 200 años atrás. Aún hoy, en sus calles se siguen reviviendo las usanzas de aquellos tiempos. Por eso no deberás asombrarte cuando veas erigirse los castells, bailar los bastoners o seas perseguido por los correfoc.
Los castells son verdaderas torres humanas cuyos orígenes se pierden en el tiempo. Estas personas se entrenan durante todo el año para poder formar la torre más alta y equilibrada. Obviamente, estas personas son verdaderos profesionales porque hasta para formar parte de la pinya (la base de la torre) deben estar adecuadamente preparados. Por ende, aunque el espectáculo es impresionante, realmente es bastante seguro.
Las cabalgatas de estas fiestas son bastante peculiares. Aquí desfilan enormes figuras llamadas “gigantes” que representan personajes públicos o históricos. Normalmente estos muñecos desfilan en pareja y entre uno y otro podrán disfrutar de un sorbo de autenticidad. Entonces verán los bastoners, un baile típico catalán en el cual las personas se ubican en dos filas paralelas y bailan unas frente a las otras al ritmo de la música y del sonido que provocan el entrechocar de los bastones que llevan en mano.
Otro momento característico de la Fiesta de la Merced es el correfoc. Cuando se pone el sol las calles se ven invadidas por enormes dragones que escupen fuego y personas que se disfrazan de diablos y llevan en sus manos pequeños fuegos artificiales. Quienes no le teman al fuego sin lugar a dudas se divertirán mucho pero cuiden llevar una ropa que no estimen mucho porque es prácticamente imposible salir de allí sin alguna que otra quemadura.
Los que prefieran un espectáculos menos movido deberán llegarse hasta la Fuente Mágica de Montjuic donde normalmente se realiza el Piromusical. Media hora de verdadero deleite para los sentidos donde se mezclan los colores, el agua, la música y los fuegos artificiales.