Sausage party (Greg Tiernan & Conrad Vernon, 2016. EEUU): muy provocador, además de inteligente, largometraje de animación guionizado por los más conocidos Seth Rogen, Jonah Hill y Evan Goldberg, donde se propone una traslación de los temores de la gente hacia lo desconocido (la religión, Dios y su ira) en clave de absolutamente toda clase de alimentos de un supermercado, que vendrían a comportarse como seres humanos mientras que las personas que compran en dicha superficie conformarían una especie de dioses que, los alimentos creen, liberan a éstos, llevándolos a la Tierra Prometida (el más acertado Great beyond en la versión original), cuando la realidad es bien conocida y distinta. Para nada un film para niños, y no por el cruel desenlace de los “afortunados” que logran cruzar las puertas del supermercado, sino por la cantidad de palabrotas que se dicen, así como por las numerosas situaciones relacionadas con el sexo y las drogas que se dan, tanto referencialmente como de forma explícita. Detalles inteligentes e hilarantes, como el de la galleta Oreo buscando su segunda mitad tras un homenaje a lo Salvar al soldado Ryan, o la parodia de Stephen Hawking…en un chicle mascado, la convierten en una obra a destacar dentro de la animación para adultos. Su falta de sutilidad es lo que le evita sentarse en el trono de las obras maestras, ya que en todo lo demás resulta ejemplar. El doblaje de las animaciones lo hacen la panda de amiguetes de los guionistas, entre los que se encuentran ellos mismos y James Franco o Edward Norton.
La fiesta de las salchichas (Sausage party, Greg Tiernan & Conrad Vernon, 2016. EEUU)
Publicado el 24 octubre 2016 por Juanjo85Sausage party (Greg Tiernan & Conrad Vernon, 2016. EEUU): muy provocador, además de inteligente, largometraje de animación guionizado por los más conocidos Seth Rogen, Jonah Hill y Evan Goldberg, donde se propone una traslación de los temores de la gente hacia lo desconocido (la religión, Dios y su ira) en clave de absolutamente toda clase de alimentos de un supermercado, que vendrían a comportarse como seres humanos mientras que las personas que compran en dicha superficie conformarían una especie de dioses que, los alimentos creen, liberan a éstos, llevándolos a la Tierra Prometida (el más acertado Great beyond en la versión original), cuando la realidad es bien conocida y distinta. Para nada un film para niños, y no por el cruel desenlace de los “afortunados” que logran cruzar las puertas del supermercado, sino por la cantidad de palabrotas que se dicen, así como por las numerosas situaciones relacionadas con el sexo y las drogas que se dan, tanto referencialmente como de forma explícita. Detalles inteligentes e hilarantes, como el de la galleta Oreo buscando su segunda mitad tras un homenaje a lo Salvar al soldado Ryan, o la parodia de Stephen Hawking…en un chicle mascado, la convierten en una obra a destacar dentro de la animación para adultos. Su falta de sutilidad es lo que le evita sentarse en el trono de las obras maestras, ya que en todo lo demás resulta ejemplar. El doblaje de las animaciones lo hacen la panda de amiguetes de los guionistas, entre los que se encuentran ellos mismos y James Franco o Edward Norton.